Durante los últimos meses, consumidores mexicanos han notado un incremento muy significativo en el precio de la carne de res, especialmente en mercados locales y carnicerías. Aunque existen muchos factores económicos que suelen influir en la inflación alimentaria, esta vez hay una evidente causa concreta detrás del aumento: se trata del brote del gusano barrenador del ganado, una plaga que ha ganado notoriedad en los últimos días y que ha provocado una emergencia sanitaria en diversas regiones del país.
Esta situación se suma a un escenario muy complicado por la prolongada sequía que ha afectado la disponibilidad de reses para consumo. Las condiciones climáticas adversas han llegado a reducir la cantidad de ganado y han encarecido la alimentación del mismo, generando una serie de afectaciones tanto para los productores como para los consumidores.
El gusano barrenador del ganado es la larva de una mosca que deposita sus huevos en las heridas abiertas de animales, especialmente en reses. Estas penetran en los tejidos vivos al eclosionar y causan infecciones graves que pueden poner en riesgo la vida del animal. El parásito no solo afecta la salud del ganado, también representa una amenaza económica significativa, ya que reduce la productividad y aumenta los costos, e incluso en casos graves obliga al sacrificio del animal. Gracias a su alta capacidad de propagación, las autoridades han tenido que establecer cercos sanitarios en varias regiones del país.

Suben los precios para productores y consumidores
De acuerdo con medios como El Imparcial, el ganado destinado a engorda subió hasta un 24% en el último año, mientras que el precio del ganado listo para sacrificio se incrementó un 16%. Por otro lado, la carne en canal, es decir, la que ya está lista para la venta, aumentó hasta un 23.4%, reflejando en estos precios el impacto que han tenido los factores económicos y la plaga en toda la cadena de valor.
En Tabasco, por ejemplo, locatarios de mercados aseguraron a Tabasco Hoy que el precio del kilo de carne ha pasado de $180 a $230 pesos, afectando así tanto el bolsillo de los consumidores como las ganancias y las ventas de los comerciantes. Además del brote del gusano barrenador, México también enfrenta una presión desde el contexto internacional, pues los precios altos se mantienen tanto en países vecinos como en el nuestro, e incluso se han implementado medidas para evitar la importación de carne debido a la plaga del gusano barrenador.
Con este panorama, muchos expertos alertan que la estabilización de precios dependerá de la contención efectiva del gusano barrenador por parte de las autoridades, así como de una mejora en las condiciones climáticas. Mientras tanto, el alza de precios parece un fenómeno que seguirá presentándose en cuanto a la carne de res, afectando especialmente a familias que suelen consumir este alimento de manera habitual y a los comerciantes locales que buscan mantener sus ventas.