Antes de la llegada de los conquistadores españoles, las civilizaciones mesoamericanas contaban con una impresionante diversidad de alimentos nutritivos, muchos de los cuales eran fuentes de proteínas esenciales. Estos pueblos, como los aztecas y mayas, aprovecharon la abundante fauna y flora de su entorno para obtener proteínas de alta calidad, sin necesidad de depender de la ganadería europea.
Algunos de estos alimentos prehispánicos no solo eran fundamentales para la alimentación diaria, sino que también tenían un profundo significado cultural y ceremonial. La combinación de ingredientes autóctonos en sus dietas reflejaba un conocimiento avanzado de la nutrición y la salud, adaptado a las condiciones climáticas y geográficas del continente.
Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas de estas proteínas han sido olvidadas o desplazadas por alimentos modernos. Por ello, aquí en GastroLab, te presentamos 5 fuentes de proteínas que se consumían regularmente antes de la conquista. Sigue leyendo.

1. Ajolote
El ajolote (Ambystoma mexicanum) era una fuente importante de proteína en la cuenca de México, especialmente en zonas lacustres como Xochimilco y Texcoco. Se preparaba en guisos como el michmole, una especie de mole de pescado. Actualmente, el ajolote está en peligro crítico de extinción debido a la contaminación y desecación de su hábitat, por lo que su consumo está prohibido y es objeto de conservación científica y cultural
2. Tepezcuintle
El tepezcuintle (Cuniculus paca) es un roedor grande que habitaba las selvas mexicanas y era cazado por su carne, considerada una delicadeza. Aunque aún se encuentra en algunas regiones, su caza ha disminuido significativamente debido a la pérdida de hábitat y restricciones legales, lo que ha reducido su presencia en la dieta mexicana. Los tepezcuintles eran apreciados por su carne deliciosa, la cual se preparaba en texmole de chile ancho, asada, al pastor o en kool; su caza está prohibida dado que es una especie en peligro de extinción.
3. Pescados endémicos de lagos (iztacmichin)
En tiempos prehispánicos, se consumían diversas especies de peces endémicos de los lagos de México, como el iztacmichin, utilizados en platillos como el mextlapique. La desecación y contaminación de estos cuerpos de agua han llevado a la desaparición de muchas de estas especies, siendo reemplazadas por peces de criadero o importados

4. Iguanas
Las iguanas eran cazadas y consumidas en diversas regiones de México. Su carne era apreciada por su sabor y valor nutricional. En la actualidad, su consumo ha disminuido debido a la pérdida de hábitat y a regulaciones que buscan proteger a estas especies. Aunque existe gente que aun continua cazándolas de manera ilegal.
5. Armadillos
Los armadillos eran parte de la dieta en algunas comunidades prehispánicas. Su carne era consumida en guisos y otros platillos. Hoy en día, su consumo es poco común y está restringido en muchas áreas debido a preocupaciones de conservación.