El adiós del Papa Francisco ha dejado un eco de afecto en millones de personas que admiraban su trabajo por su sencillez, cercanía y calidez. Más allá del Vaticano, existían rincones de Roma donde Jorge Mario Bergoglio encontraba momentos de normalidad, buena comida y risas. Uno de ellos fue un pequeño restaurante familiar que ahora guarda con cariño su memoria.
En el corazón de la Via Borgo Pío, calle ubicada en el distrito de Borgo en el centro de Roma y a unos pasos de la Plaza de San Pedro, se encuentra Tre Pupazzi, un restaurante bastante modesto y acogedor que se supo ganar un lugar muy especial en el corazón del pontífice. Antes de ser nombrado Papa, Bergoglio solía visitar con frecuencia este local acompañado de familiares y amigos, disfrutando siempre de una buena charla y de sus platillos favoritos.
El restaurante no solo era una parada para comer, también fue un espacio donde podía sentirse como un cliente más. La calidad de la cocina y el sabor casero de los platillos convirtieron a este restaurante en una especie de lugar especial para el Papa Francisco, donde lo conocían desde sus días como obispo y cardenal. Por eso es que guardan tan buenos recuerdos del pontífice.

El restaurante favorito del Papa Francisco: Sabor a historia y hogar
Se trata de un negocio familiar. Tre Pupazzi ha pasado de generación en generación y ha recibido numerosos miembros de la Curia a lo largo de los años. Su actual dueño recuerda al Papa Francisco con especial cariño, como un hombre sencillo, cercano y que le encantaba comer pasta con sus amigos. Sus platillos preferidos eran la carbonara, la amatriciana y la tradicional cacio e pepe.
Además de la pasta, en este lugar también venden bacalao preparado al estilo portugués, una receta que permanece en el menú gracias a la tradición de las cocineras del lugar. Una vez ya como Papa, Francisco no podía salir del Vaticano con la misma libertad. No obstante, el recuerdo de sus visitas sigue vivo y presente en cada rincón del restaurante para los dueños.
Un legado importante
La historia de Tre Pupazzi no se limita solo al Papa Francisco. Otras figuras importantes, como Benedicto XVI, frecuentaban el lugar; Papa que se mantuvo siempre fiel a su plato favorito: la pasta all’amatriciana. El restaurante, que mezcla sabores mediterráneos en su carta y platillos especiales, se ha convertido en todo un símbolo para las personas que visitan el Vaticano y conocen su historia.
Hoy, en medio de todo el revuelo por la partida y el duelo del pontífice argentino, Tre Pupazzi se mantiene como un lugar especial, con tradición y mucho corazón, con mucha historia en la vida de Bergoglio. Aquí se siguen sirviendo las mismas pastas y platillos de forma tradicional, pero ahora con un toque de historia extra: un homenaje silencioso a un Papa que encontró en la sencillez y en un plato de pasta bien servido una forma de compartir la vida.