¿Alguna vez pensaste que una quesadilla podría servir como forma de pago? Pues esto ocurrió de verdad y, como era de esperarse, pasó en México. Una historia tan inesperada como divertida se volvió viral en redes sociales, luego de que un pasajero pagara su viaje en taxi con una quesadilla y terminara manejando el auto.
Aunque suene a chiste, esto sucedió en plena calle. El video fue captado por la cámara que llevaba el conductor del taxi. En cuestión de horas, el clip se compartió miles de veces y provocó cientos de comentarios que celebraban el buen humor y la buena confianza de los protagonistas.
La quesadilla es un antojito mexicano hecha de una tortilla doblada y rellena. Puede ser de maíz o de harina, con queso o sin queso (sí, depende de la región). Es una garnacha tradicional muy popular, sobre todo en el centro y sur del país. Su sabor es delicioso e irresistible. ¿Quién podría decirle que no a una quesadilla?
Una quesadilla como forma de pago
Todo comenzó cuando un joven taquero de los conocidos Tacos del Richard se acercó a un taxi y preguntó cuánto le costaría un viaje. La respuesta del conductor no fue en efectivo ni con taxímetro. Entre risas, el taxista lanzó una propuesta inesperada: “Una quesadilla y te llevo”. Sin pensarlo, el pasajero aceptó.
Pero la historia apenas comienza. El joven subió al taxi con su quesadilla lista y cumplió su parte del acuerdo. “Es todo, brother. Yo pensé que te ibas a fresear”, soltó el taxista entre carcajadas. A lo que el taquero, con humor, respondió: “No, pues me salió hasta barato”.
Sin embargo, el video no termina ahí. Mientras el conductor disfrutaba del pago, le pidió al joven un favor: que tomara el volante por un momento para poder comer tranquilo. El taquero no se hizo del rogar y se convirtió por unos minutos en el nuevo chofer del taxi.
Durante el trayecto, el nuevo chofer anunció que haría una parada rápida: “Oye carnal, voy a llegar aquí al Oxxo nada más por una Coca”. Y como buen mexicano, el taxista no perdió la oportunidad de seguir con la broma: “La neta, las paradas las cobro aparte... pero cómprame una Coca y todo bien”.