Durante Semana Santa, muchas personas suelen preguntarse qué prácticas religiosas se deben seguir en lo que respecta a la alimentación. Una de las más comunes es la abstinencia de carne, tradición que tiene profundas raíces en la fe católica y que, con el paso del tiempo, aún es respetada por millones de creyentes en todo el mundo.
Esta práctica se suele asociar principalmente con la reflexión espiritual y el sacrificio durante la temporada. Al evitar ciertos alimentos, como las carnes rojas, los fieles buscan recordar el sufrimiento de Jesús durante su pasión y muerte. No obstante, aún hay dudas sobre qué día se aplica esta abstinencia y si, por ejemplo, el Jueves Santo forma parte de estas fechas.
Gracias a este tipo de dudas, es común que se asuma que toda la Semana Santa implica restricciones alimenticias, pero no todos los días tienen las mismas reglas. Por eso es importante aclarar qué indica la Iglesia y cuáles son los días en los que se pide a los creyentes practicar medidas como la abstinencia o incluso el ayuno.
¿Se puede comer carne en Jueves Santo?
Sí, en Jueves Santo se puede comer carne. Aunque suele ser un día muy significativo dentro de la Semana Santa al conmemorarse la Última Cena, la abstinencia obligatoria no aplica para esta fecha según las normas actuales de la Iglesia católica. No obstante, es importante recordar que algunos fieles deciden mantener la abstinencia como una forma de devoción personal.
¿Qué día es de abstinencia durante la Semana Santa?
De acuerdo con las disposiciones de la fe católica, los días en los que se debe practicar la abstinencia de carne son el Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma, incluyendo el Viernes Santo. También se invita a realizar ayuno durante las fechas especiales como el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, debido a su profundo significado litúrgico.
¿En qué consiste la abstinencia?
Dentro de la fe católica, la abstinencia consiste en no consumir carne de animales de sangre caliente, como la res, el cerdo o el pollo. En su lugar, se pueden comer pescados, platillos vegetarianos o mariscos. Esta práctica busca promover la humildad y la meditación espiritual durante la duración de la Cuaresma, especialmente en los días de Semana Santa.
