Un incidente violento tuvo lugar en Mérida, Yucatán, cuando un hombre irrumpió en la cafetería "Café Lavé", ubicada en la calle 73 del centro de la ciudad. El motivo de su agresión fue su molestia por el volumen de la música ambiental del establecimiento. De acuerdo a relatos de la empleada agredida, el individuo ingresó al local exigiendo de manera agresiva que se redujera el volumen de la música.
A pesar de que la empleada accedió a su petición, el hombre continuó exaltándose, profiriendo amenazas de muerte y causando destrozos en el mobiliario del lugar. La situación se tornó aún más alarmante cuando el agresor bloqueó la salida de la barra, impidiendo que la empleada pudiera escapar.
El video se dio a conocer hace unos días gracias a que fue captado por las cámaras de seguridad del lugar, en este se muestra cómo el sujeto no solo agredió verbalmente a la empleada, sino que también comenzó a arrojar y romper objetos dentro de la cafetería. Aprovechando que la joven estaba completamente sola, el agresor le impidió salir del lugar y, en un acto de violencia creciente, destrozó los objetos a su alrededor. Posteriormente, la amenazó con incendiar el establecimiento y causarle un daño mayor si se atrevía a denunciarlo.
¿Quién es el agresor?
El caso tomó relevancia en redes sociales después de que la víctima compartiera su testimonio, permitiendo que usuarios identificaran al agresor, un activista de origen español. La situación generó indignación, ya que el sujeto se ha presentado públicamente como defensor de las juventudes y ha asegurado llevar años trabajando en temas de violencia de género.
El hombre, de 38 años, ha sido reconocido internacionalmente por su activismo y labor como gestor cultural, obteniendo diversos premios a lo largo de su carrera. Sin embargo, este episodio ha generado fuertes críticas y cuestionamientos sobre la coherencia entre su discurso y sus acciones.
El extranjero huyó sin hacerle daño a la empleada, esto sucedió cuando una clienta ingresó al local tras escuchar los gritos. La empleada, aterrorizada por las amenazas de muerte, logró pedir ayuda. Tras lo sucedido, tanto ella como los dueños del negocio presentaron una denuncia por amenazas y daños.
