Francia dio un paso histórico en la lucha contra el desperdicio alimentario al aprobar una ley que prohíbe a los supermercados desechar comida en buen estado y los obliga a donarla a bancos de alimentos u organizaciones benéficas para personas de grupos vulnerables.
De acuerdo con Zero Waste Europe, la norma aplica a todas las tiendas con una superficie mayor a 400 metros cuadrados, las cuales deben firmar convenios de colaboración con entidades benéficas para garantizar la redistribución de los productos no vendidos pero aptos para el consumo.
Esto incluye frutas, verduras frescas, hortalizas, productos envasados próximos a su fecha de caducidad y otros excedentes que antes se desperdiciaban, pues con esta medida, Francia se posiciona como un referente mundial en materia de sostenibilidad y responsabilidad social.
Francia dice “no” al desperdicio: Los supermercados ahora deben donar su comida
Además, la ley prohíbe expresamente destruir o estropear los alimentos, una práctica que en el pasado consistía en verter lejía o productos químicos sobre la comida desechada para evitar su recuperación. Esta medida busca garantizar que ningún alimento en condiciones de ser consumido termine en la basura mientras haya personas necesitadas.
Cabe mencionar que la legislación francesa ha permitido redirigir millones de comidas a personas en situación vulnerable y ha inspirado políticas similares en otros países de Europa. Según Organic Authority, la iniciativa no solo ha incrementado la eficiencia en el uso de los recursos alimentarios, sino que también ha fortalecido el trabajo de bancos de alimentos y asociaciones solidarias.
Con el paso de los años, esta política se ha extendido a los servicios de catering y fabricantes de alimentos, ampliando su impacto en la cadena alimentaria y consolidando a Francia como líder mundial en la reducción del desperdicio de comida, pues según estimaciones de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el mundo desperdicia cerca del17% de los alimentos producidos, lo que equivale a aproximadamente 931 millones de toneladas anuales
Con esta nueva ley en Francia se espera un impacto positivo en los supermercados para promover una sociedad más solidaria y sostenible por medio de los alimentos frescos, donde los excedentes de unos se convierten en sustento para otras personas.
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