El maíz ha sido considerado desde tiempos antiguos como el grano de la vida, no solo por su enorme valor nutricional, sino también por su importancia cultural y simbólica en la historia de México. Desde las civilizaciones prehispánicas, este ingrediente ha estado presente en rituales, comidas diarias y en la creación de deliciosas golosinas que aún hoy se siguen disfrutando. Una de ellas es el burrito de maíz, un dulce tradicional que guarda siglos de historia y sabor.
Originarios del estado de Tlaxcala, los burritos de maíz forman parte del enorme legado culinario de esta región. En esta entidad, el maíz no solo se usa para preparar tortillas, tamales o atoles, sino también para crear recetas dulces que representan la herencia viva de la cocina ancestral. Por ello, los burritos de maíz no son cualquier postre: su origen se remonta a la época prehispánica, cuando las comunidades indígenas aprovecharon el maíz como base de su alimentación y lo combinaron con piloncillo, canela y pinole para obtener un dulce energético y duradero.
Este dulce típico ha sobrevivido al paso del tiempo, transmitiéndose de generación en generación. Su preparación es sencilla, pero requiere paciencia y cuidado para lograr la textura perfecta. Lo interesante es que, además de su delicioso sabor, este dulce también servía como fuente de energía para los viajes largos o las jornadas de trabajo en el campo, ya que el maíz garapiñado con piloncillo se conserva bien durante varios días.
Receta tradicional de burritos de maíz
Ingredientes:
- ½ kilo de maíz rojo o de cacahuazintle
- 4 piezas de piloncillo
- Canela en polvo al gusto
- 2 cucharadas de pinole
Preparación:
- Primero, se deben tostar los granos de maíz en un comal o sartén seco, a fuego bajo, hasta que adquieran un ligero tono dorado. En una cacerola aparte, se derrite el piloncillo con un poco de agua hasta formar una miel espesa. A esta mezcla se agregan las dos cucharadas de pinole y la canela, removiendo constantemente para evitar que se pegue.
- Después, se incorporan los granos de maíz tostados y se cocina todo a fuego medio hasta que el piloncillo y el pinole se adhieran por completo al maíz, formando una capa brillante y azucarada. Cuando la mezcla esté lista, se retira del fuego y se deja enfriar un poco.
- Finalmente, hay que separar los granos con las manos para evitar que se endurezcan en un solo bloque. El resultado será un dulce crujiente, aromático y lleno de historia.
Estos burritos de maíz no solo son un dulce tradicional, sino una muestra viva de la creatividad y herencia gastronómica prehispánica. Su sabor a maíz, piloncillo y canela conecta con las raíces más profundas de la cocina mexicana, recordándonos que la dulzura también puede tener historia.
