La comida oaxaqueña ha sido reconocida a nivel mundial como una de las grandes joyas culinarias que tiene México, debido a su tradición y carácter artesanal que tienen muchos platillos y alimentos. Gracias a esto, el turismo ha incrementado de manera notable al menos en los últimos 5 años, para descubrir la cultura y lo diverso de la gastronomía.
Algunos de esos turistas son youtubers extranjeros, quienes en diferentes ocasiones, han documentado cómo ha sido su experiencia en Oaxaca y en esta ocasión fue el turno de Sujin Kim, mejor conocida como Chingu Amiga o la coreana más mexicana, quien se encontraba de vacaciones con su novio en el estado, cuando recibió una invitación para ir a una boda mexicana.
Como era de esperarse Chingu Amiga asistió a la boda, pero se llevó una sorpresa de que no era una fiesta de un día, pues al tratarse de una celebración tradicional, fue un evento que tenía 8 días por duración, donde tenía que apoyar a otras mujeres a preparar la comida para los diferentes días de festejo.
¿Por qué se rieron de Chingu Amiga las cocineras tradicionales?
Sin embargo, a veces las cosas no salen como se planean y aunque llegó a las 7 de la mañana a empezar la jornada de trabajo, las cocineras y familia del novio ya tenían varias horas de haber empezado, así que en cuanto llegó la pusieron a hacer tejate a mano, una tarea complicada, que Chingu Amiga tardó algo de tiempo en entender, lo que desató algunas risas entre las cocineras tradicionales.
Chingu Amiga se puso a hacer tejate y tortillas a mano
De acuerdo con el video que subió la influencer coreana, las mujeres habrían empezado a trabajar desde la 1 de la mañana, por lo que se disculpó por haber llegado tarde y tras moler lo necesario para el tejate, Chingu Amiga se cansó, así que la reubicaron con mujeres más jóvenes para hacer tortillas a mano, algo que tampoco le salió muy bien.
También las jóvenes cocineras se rieron de ella, por el terror que le estaba teniendo al comal, ya que aventaba la tortilla para que se calentara, pero a veces se rompía o le quedaba chueca, lo que hizo reír a carcajadas a todas las cocineras, pero todo se arregló cuando una señora con más experiencia le enseñó la técnica para que le quedaran mejor sus tortillas, algo que al parecer funcionó.