¿Qué come el Krampus en la cena de Navidad? Conoce la leyenda de este personaje legendario

¿Alguna vez has escuchado hablar del Krampus? Este es, para muchos, la figura opuesta a Santa Claus, y dado que ya se vienen las fiestas decembrinas, te contaremos más sobre esta increíble leyenda. Además, te diremos qué suele "comer" en la cena de Navidad, para que sorprendas a toda la familia y, sobre todo, a los más pequeños con esta historia.

¿Quién es el Krampus?

El Krampus es una criatura de leyenda relacionada con el folclor de varios países como Alemania, Francia, Italia, Suiza, Hungría, Austria, Eslovenia o Mónaco, entre otros. De acuerdo con los mitos, el Krampus es una criatura con aspecto demoníaco y se le considera opuesto a Santa Claus, ya que, en vez de premiar a los niños buenos, se encarga de castigar a aquellos que se han portado mal durante el año o no tienen espíritu festivo.

A lo largo de los años, se ha representado al Krampus con diferentes aspectos. No obstante, hay varios elementos que mantiene en la cultura popular, pues a menudo se le describe como un ser de aspecto humanoide pero con cara demoníaca, cuernos de demonio, y piernas y pies parecidos a los de una cabra, además de un cuerpo cubierto de pelaje y manos con garras. Todo este aspecto en conjunto lo convierte en una imagen bastante aterradora, sobre todo para los niños pequeños.

Qué come el Krampus en Navidad

Muchas leyendas mencionan que el Krampus sale durante la noche del 5 al 6 de diciembre y se dedica a merodear las calles para llevarse a los niños que se han portado mal. A estos los mete dentro de un saco o bolsa que lleva consigo y los manda al inframundo. Gracias a esto, muchas personas tienen la idea de que el Krampus se alimenta de los niños durante toda la temporada de Navidad, incluyendo las típicas fiestas decembrinas.

Si Papá Noel o Santa Claus come galletas y leche después de entregar los juguetes, entonces el Krampus se dedica a "alimentarse" de aquellos niños que no han tenido buenas acciones durante el año, una forma más de convencer a los pequeños de portarse bien. Así que, ya lo sabes: si no quieres encontrarte con el espantoso Krampus, pórtate bien todo el año, evita las malas acciones, deja un par de galletas y leche para Santa Claus, y disfruta de las fiestas con espíritu navideño.