Tacos de arrachera y micheladas, Chingu Amiga hace tour gastronómico por Tepito

Chingu amiga continúa en la búsqueda de volverse más mexicana que nunca y ahora ha ido al lugar donde el barrio te respalda y y podemos encontrar de todo tipo de cosas entre ropa, comida y las famosas micheladas, en todas sus formas, colores y tamaños: Tepito. 

Así como lo lees, resulta que para una nueva aventura, Chingu Amiga decidió recorrer un lugar del que muchos de sus seguidores le han hablado, donde no solo tendrá la mejor experiencia de México, también sentirá y conocerá lo que son completamente las personas más buena onda, lo que nosotros conocemos como el barrio, porque recuerden que el barrio te respalda. 

La primera parada que hizo fue precisamente en lugar de carne asada o a la parrilla, dónde no contuvo el poder decirle a la persona que atendía que lo notaba con mucho “flow”. Por supuesto no evitó el consumir algo de la extensa variedad que había en el menú entre tacos, tortas, burritos y parrilladas. Al sentarse, le recomendaron que también probará el clericot de vino tinto y vino blanco.

De entrada, y como prueba, tacos de arrachera a lo que ella contesta: “No, con eso nos llenamos, es lo que comemos en un día; comida, desayuno y cena”. Todo acompañado de chistorra y un para de salsas de sabor chile habanero con mango y una más que están un poco más ligeras. El resultado fue que le encantaron los tacos.  

Pero la cosa no termina ahí, pues seguido de los tacos de Arrachera lo llevaron un plátano. En esta parte es interesante mencionar que chingu amiga destacó el precio del tuétano en Tepito por 80 pesos, mientras que en un lugar de Polanco se lo habían vendido en 600 pesos, pues la diferencia fue enorme. Para acompañarle llevar a lo de la bebida, que de primera instancia les pareció bastante ácida a ella y a su hermana, pero era como de un estilo de suero o limonada. 

Después de eso siguió caminando hasta llegar a un lugar de comida española, donde le dijeron que tenían una extensa variedad de opciones entre tapas, paella y clericot, el cual aseguraba estaba fuerte, pero muy rico. Durante su camino se encontró con un puesto que vendía diversos insectos como alacrán, gusanos y hasta cucarachas. 

Por supuesto, al ir a Tepito no pudo perdonar el disfrutar de las famosas Kitty chelas y mientras caminaba la disfrutaba, incluso se encontró con algunas otras personas que también estaban abusando algún tipo de coctelería. Sin duda una experiencia diferente, ¿crees que le faltó algo?.