Si de algo nos sentimos orgullosos los mexicanos, definitivamente es de tener una de las mejores gastronomías del mundo, que al igual que diversos países como Italia, Francia, España, Japón o China, está cargada de mucha tradición y un pasado milenario que cada uno de los ingredientes que la comprenden ha tenido que atravesar para llegar hasta lo que conocemos hoy en día, que una vez más fue reconocida por una guía de turismo gastronómico.
Taste Atlas está sacando sus mejores rankings este 2023 y dentro de ellos en la lista de 100 Best Food Regions in the world, se encuentran tres de los estados mexicanos con mayor tradición gastronómica y delicias que se han probado y premiado alrededor del mundo: Oaxaca, Puebla y Yucatán.
Los tres estados son cuna de algunos de los platillos más icónicos del país, como es el caso de los chiles en nogada, los diferentes tipos de mole y por supuesto, la cochinita pibil y todos sus derivados, así como la sopa de lima, las tlayudas y un largo etcétera que estas líneas no alcanzarían a citar de forma estricta.
Mejores regiones de México para comer, según Taste Atlas
Dentro de la lista de las 100 mejores regiones para comer en el mundo, cuyo top 10 estuvo predominada por regiones italianas, como Apulia, Sicilia y otras, Puebla ocupó el lugar número 51 y cabe destacar que es un estado de México con gran tradición sobre todo en la comida de convento y colonial, donde el mestizaje culinario dejó grandes manjares.
Yucatán
En segundo lugar para México, quedó Yucatán, que ocupó la posición 56 a nivel mundial, probablemente gracias a manjares como los panuchos, tacos de cochinita pibil, papadzules o poc chuc, que ya antes había recibido menciones por parte de Taste Atlas, que ahora coloca a la región como uno de los 100 mejores destinos para comer comida regional en el mundo.

Oaxaca
Y en un honroso tercer lugar para nuestro país, estuvo Oaxaca, cuyas tradiciones culinarias que han llegado hasta nuestros tiempos, rescata la costumbre de la comida de insectos con las famosas salsas o botanas de chapulines, gusanos de maguey, hormigas chicatanas y demás antojitos más apegados a ingredientes prehispánicos al igual que en Yucatán, pero que al día de hoy se habla de comida deliciosamente mestiza.