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¿Por qué algunos quesos se ponen amarillos con el paso del tiempo? Aquí te lo explicamos

No eres la única persona que se pregunta el porqué el queso se pone amarillo cuando viene de la leche de vaca
lunes, 8 de agosto de 2022 · 02:00

Los quesos son de esos productos que raramente pueden faltar en la dieta y en el refrigerador de una familia. Este producto contiene una fuente importante de calcio, además de vitamina A, D, B6, B12, fósforo y potasio; aparte, puede contener grasa buena para el cuerpo dependiendo del grado de curación que tenga.

Para la elaboración de este delicioso producto, la gran mayoría utiliza leche de vaca que se entrega en las condiciones más frescas posibles para que tengan la menor cantidad de gérmenes posibles. Lo siguiente que sucede es que se introduce a una cuba donde se calienta lentamente, se revuelve constantemente hasta obtener una masa gelatinosa que se extrae para seguir calentando y agitando hasta formar una masa.

Dependiendo del tipo de queso es que se introduce en cierto molde y tiene un proceso en su cuajada, así como en el pre queso diferente que le va a dar el sabor, el olor y la textura típica de cada queso. Sin embargo, surge la gran duda de esta nota: ¿por qué si el queso se elabora con leche blanca se torna de color amarillo con el tiempo?

¿Por qué algunos quesos se ponen amarillos con el paso del tiempo?

La razón es porque la leche de vaca que se utiliza para fabricar el queso tiene b-caroteno, un compuesto que es el responsable de convertir el queso a un color amarillo pálido. Este compuesto lo obtienen las vacas al comer pasto del que se alimentan; como el b-caroteno es un liposolube, se almacena en la grasa de la vaca y pasa a la leche de forma encapsulada.

Asimismo cuando un queso entra en su proceso de caducidad es probable que este color amarillo se torne más bien a verde por un proceso de descomposición. También cuando dejas un queso freso al aire ambiente o sin tapar en el refrigerador, es posible que se ponga duro (o “se queme” como se suele expresar) y evidencie aún más el color del b-caroteno.

Para evitar que entre en un proceso de descomposición es importante consumirlos dentro de los dos meses desde que fue adquirido y siempre que no presente algún signo de mal estado, así como respetar la fecha de caducidad. Para ello, es importante guardarlo en algún recipiente muy bien sellado para mantener la frescura del queso y evitar la presencia de insectos.