La sopa de tortillas o sopa azteca es uno de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana, este delicioso caldo engloba los sabores típicos de la cocina del país como la tortilla, el chile, el jitomate y el aguacate, sin embargo, originalmente era un platillo muy diferente y se ha ido transformando a través de los años gracias a la influencia de las diferentes culturas que han pasado por México, si quieres saber cómo nació esta deliciosa receta sigue leyendo.
¿Qué es la sopa de tortilla?
La sopa de tortilla es una sopa hecha a base de tiras de tortilla fritas y un caldo de jitomate y chile que además se suele acompañar con chicharrón, chiles secos, aguacate, crema y queso, está presentación puede variar y a menudo se sirve con los condimentos por un lado, para que el comensal la prepare al gusto, dando lugar a un plato lúdico además de delicioso.
Origen de la sopa de tortillas
Está sopa es muy consumida en el centro de México, sin embargo, su origen se encuentra en Tlaxcala, qué significa "tierra del maíz" o "lugar donde abundan las tortillas", este ingrediente es la base de la sopa y a su vez de la mayoría de la alimentación mexicana, por lo que ya puedes imaginar la importancia de un plato como esté en la cultura y la cocina del país.
Originalmente la sopa de tortilla se preparaba en tiempos prehispánicos mezclando el maíz fresco con los granos secos del mismo alimento y se cree que era un caldo preparado para los emperadores aztecas, no obstante, con la llegada de los españoles, los mexicanos fueron adoptando la costumbre de los caldos y la sopa, transformando poco a poco los platillos mexicanos como esté, dando lugar a lo que hoy conocemos como a la sopa azteca o sopa de tortillas.

En general mucha de la comida prehispánica se vio transformada por la influencia de los ingredientes traídos por los españoles y el resto de culturas que llegaron durante la conquista y los siguientes años, es por eso que ahora la gastronomía mexicana es una gran mezcla deliciosa de sabores y colores de todo el mundo, sin dejar de lado la identidad mexicana y los ingredientes que se producen localmente, algo que podemos ver claramente en la sopa de tortilla.