Así fue el declive de una de las heladerías más tradicionales y populares en México

Cuándo decimos que aquellos niños y jóvenes crecieron en los 80’s y 90’s son de las mejores generaciones, realmente no mentimos, lo hemos vivido todo y muchos de ustedes queridos lectores podrán corroborar esta situación. Incluso ahora podemos verlo en diversas series como lo es una de las más populares de la plataforma de Netflix Stranger Things, donde nos recuerda lo maravilloso que era salir a divertirse con amigos.

Y es que, tristemente, las generaciones de ahora, aunque sonemos como señoras, ya no viven las cosas de la misma manera, ahora todo está al alcance de la mano en una tableta o una computadora. Si bien este puede ser el comentario más de señora que haz escuchado o leído, es la realidad, y es que muchos de ellos no conocen o no han vivido lo que es realmente la diversión en la calle.

Incluso podemos decir que tampoco han probado los mejores postres y es que muchos de los dulces que solíamos consumir cuando éramos pequeños o adolescentes hoy en día ya no existen o al menos muchos de ellos han desaparecido de manera triste y no podrás negar que los extrañas demasiado. Y hablando de muchos de ellos que han desaparecido, hoy queremos recordar a una famosa cadena de helados que se originó en Guadalajara pero que tristemente ha desaparecido y si estamos hablando de los Helados Bing.

Esta famosa heladería se fundó en tierras tapatías por el empresario Cubano-Estadounidense, Adolf B. Horn Stevens y su esposa Lina Bingham Horn. El empresario, quien estaba perdidamente enamorado de Guadalajara, aseguró que en México no había una empresa dentro del sector heladero que ofreciera distintos sabores de este magnífico postre, siendo de esta manera el nacimiento oficial de los helados.

El nombre se le dio en honor a su esposa, pues así le decía de cariño Bing y aseguro que ella siempre había deseado ver su nombre en luces, esto debido a que ella era bailarina y por este motivo Horn hizo realidad sus sueños colocando luces de neón en los establecimientos de sus heladerías. Y sería el 20 de septiembre de 1965 abriría sus puertas de manera oficial y por primera vez mostrando 17 sabores únicos y diferentes, algo que ningún otro negocio había realizado.

En aquel entonces los helados tenían el precio de 1.20 pesos, siendo en aquella época un costo bastante accesible. Con el paso del tiempo comenzó a tener un éxito rotundo, a tal grado que tuvieron que cerrar porque los clientes terminaron con su producto. Más tarde abriría sus puertas en diversos estados de la República teniendo como colores característicos el blanco y el rosa. Aunado a ello que saltaba un carrusel en todos los locales, mismos que también eran en una hora su esposa.

Después de 18 años de consolidarse como una de las heladerías más importantes de México, en 1983 Horn Stevens decide retirarse del mundo de los negocios por que su esposa había enfermado de gravedad, por lo que vendería para estar más tiempo con Lina, parece entonces ya contaban con 16 sucursales distribuidas en todo México. Sería su amigo José Luis González González quien compraría la heladería y para 1995 ya tendrían 600 tiendas. Sin embargo la implementación del Tratado de Libre Comercio en México comenzó a traerle problemas a la empresa.

A pesar de haber pedido ayuda por parte del conglomerado Unilever, más tarde sólo quedarían 30 tiendas para 1998, después de tener 600. Para 1999 nacería una nueva heladería de nombre Dolphy, la cual sería en honor a Adolfo. Tristemente las heladerías Bing no soportarían el continuo cambio y finalmente cerrarían para el año 2000. ¿Las recordabas?