Día de la Leche

5 productos derivados de la leche que se han vuelto nuestros favoritos

La leche no es la favorita de muchos, pero sus derivados sí que han conquistado el paladar de la mayoría
miércoles, 1 de junio de 2022 · 16:00

La leche es un producto alimentario que ha caído en desuso por algunos mitos generados alrededor de su consumo, aunque ya te hablamos de sus pros y contras, y ahí explicamos que muchas afirmaciones acerca de tomar leche de origen animal pueden ser erróneas o estar mal interpretadas. A pesar de que beber leche ya "no está de moda", algo que permanece en la mayoría de la población es consumir sus derivados.

Por eso, hoy queremos hablarte de cinco productos derivados de la leche que se han vuelto nuestros favoritos, no sólo por su sabor, sino también por sus propiedades nutritivas. Algunos de ellos son consumidos incluso por una razón opuesta a la que han dejado la leche. Estos derivados forman parte de nuestra alimentación prácticamente en el día a día, e incluso los veganos han desarrollado productos similares obtenidos de vegetales como la soya.

No obstante, en el caso de los productos veganos contiene otros nutrientes. En la mayoría de los derivados de la leche, se mantienen sus aportes nutricionales, es decir, 3 a 4% de grasas (saturadas e insaturadas), 3.5% de proteínas, 5% de lactosa (carbohidratos), calcio, magnesio, selenio, vitaminas B12, riboflavina (B2), y ácido pantoténico (B5), A y D. No obstante, en cada uno varía y hay productos que transforman su lactosa a través de la fermentación, por lo que son seguros para los intolerantes.

5 productos derivados de la leche

1. Yogur

Es uno los favoritos, particularmente de los que cuidan de llevar una dieta balanceada y lo prefieren natural. Su cremosidad y sabor es excelente para combinarse con frutas o verduras, e incluso con varios platillos, en batidos y aderezos.

A diferencia de la leche, no es dañino para los intolerantes a la lactosa, es un probiótico (o sea que protege la salud de la microbiota intestinal), y mantiene los aportes nutricionales de la leche (proteína, vitaminas B, A y D, calcio, fósforo, magnesio y zinc).

2. Queso

Nos encanta ponerlo desmoronado, rallado, usarlo para quesadillas, derretirlo o gratinarlo, es un básico en la pizza y en otros platillos como la pasta, en cremas y hasta para picar con embutidos mientras estamos con los amigos. Existe una gran variedad de quesos y es de nuestros favoritos, pues aún cuando seamos intolerantes a la lactosa podemos consumirlo sin problemas.

Es una excelente fuente de calcio, además de mantener su contenido de vitaminas del complejo B, D y diversos minerales. Sin embargo, esto se modifica dependiendo del tipo de queso que se consume y cuando son ricos en grasas saturadas lo mejor es consumirlos con moderación.

3. Nata

En la infancia solíamos hacerla de lado y hasta hacer gestos de repulsión cuando salía nata a nuestra leche caliente, pero la realidad es que es uno de los derivados lácteos favoritos de la mayoría, particularmente cuando se bate y se combina con azúcar, aunque muchos lo prefieren solo con un poco de pan.

También es una fuente rica en vitaminas D, A y calcio, así como los demás nutrientes de la leche, pero también es una fuente rica en grasas, por lo que su consumo debe ser moderado.

4. Mantequilla

La mantequilla es la favorita de chefs y cocineros, porque agregar un poco le brinda un sabor extraordinario a los alimentos. Es suave y se obtiene con el batido de las grasas de la leche, por eso debe consumirse con moderación. Aunque viene en una presentación sólida, con el calor se derrite y esto nos permite manipularla e integrarla a diversas preparaciones.

Es una fuente rica de proteína, vitaminas A, E y K2, además de calcio, selenio y otros nutrientes que ayudan al organismo cuando se consume en poca cantidad.

5. Crema agria

En México la usamos en los taquitos dorados, en los sopes, en el espagueti, en las tostadas y para aderezar muchas otras preparaciones, pero también sirve de base en cremas, en preparaciones de repostería, en gelatinas o postres cremosos, o en la elaboración de diversos platillos.

Se obtiene a partir de la leche fermentada, se le adiciona sal y otros aditivos que no cambian sus nutrientes. Es una fuente rica de proteína, vitaminas y minerales provenientes de la leche, pero también de grasas (aunque en menor cantidad que la nata).