Cocina mexicana

Barrio de la Luz: La tradición para hacer cazuelas de barro que enaltecen la gastronomía poblana

El Barrio de la luz tiene más de 100 años de producción ininterrumpida de utensilios de barro en el estado de Puebla
martes, 10 de mayo de 2022 · 13:09

México es un país lleno de enigmas, claroscuros y contrastes que provoca mucha curiosidad en muchos extranjeros y a veces pocos mexicanos. ¿Por qué? Porque a pesar de los avances tecnológicos, sociales y económicos, hay tradiciones que se conservan y que se han aferrado al tiempo y espacio de los mexicanos, volviéndose partícipes de la identidad de un poblado en particular, porque en términos menos filosóficos sí somos lo que hacemos, lo que aprendemos y lo que comemos. 

Posiblemente porque nuestro ser se nutre de nuestro entorno y contexto. Si toda la vida has cocinado en una cazuela de teflón o aluminio es poco probable que siquiera concibas el hecho de cocinar en barro, porque las condiciones y manera de tratar desde los ingredientes hasta los materiales, cambia nos guste o no. Pero si tu curiosidad por conocer a fondo la cocina mexicana te lleva más allá, es posible que ya hayas corrido al mercado más cercano a comprar tus utensilios de barro, como las ollas, cazuelas o cantaritos

El barro es uno de los materiales más antiguos e incluso podríamos decir que míticos que tiene México. Le vimos por primera vez en la mitología maya en el Popol Vuh, donde pudimos ver cómo los dioses, en un acto de aburrimiento, crearon a los seres humanos que poblarían la tierra. Kukulkán y Tepeu probaron varios materiales antes de decidir que los hombres serían de maíz y uno de ellos fue el barro, el cual se descartó, porque era frágil y se deshacía con facilidad para reintegrarse a la tierra. 

¿Dónde está el Barrio de la Luz?

Nadie sabría que cientos de años después del momento en que se ubicó este mito, saldría un pueblo que dedicaría su vida entera al barro. Estamos hablando de nada más y nada menos que del Barrio de la luz, Puebla un lugar que se aloja en una de las cuatro divisiones de Analco, también conocido como Tepetlapa, que en náhuatl significa "tierra firme", porque era un sitio donde abundaba el barro. Este material es clave para utensilios envueltos en preparación del famoso mole poblano. 

Sin embargo, fue hasta el siglo XVI, cuando formalmente se asentaron los vidrieros y alfareros que producían loza común, amarilla, blanca y colorada con la que elaboraban objetos de vidrio o barro vidriado, como cazuelas, tarritos, tarros para el pulque y hasta floreros. El Barrio de la luz tiene más de 100 años de producción ininterrumpida de utensilios de barro y de acuerdo con Arturo López, uno de los productores y herederos del negocio de cazuelas más antiguo de Puebla, a la semana pueden salir hasta 12 piezas de buen tamaño. 

Arturo López, apuntó que una cazuela se elabora por partes y "el primer día se hace el cajete, el segundo la paja y luego viene lo que es el borde. Después vienen las orejas. (Una cazuela) no sale en una sola pieza" aseguró el experto, para Gastrolab. Además, apuntó que en tiempo de sequía las cazuelas pueden tardar hasta 8 o 10 días en secar para que después se puedan pintar o decorar, para finalmente poderlas vender. Las más grandes están en $1800 pesos, pero uno puede encontrar otras más pequeñas que se ajustan a todos los presupuestos, pues en el Barrio de la Luz las hay desde $45 pesos (Aunque son chiquitas). 

El cajete es la base de la cazuela. Foto: Citli Toribio