¿Cuándo se celebra el Día del Pan Francés y por qué? Acá te contamos

En México lo conocemos como baguette y en una forma más pequeña y redonda como bolillo o telera, pero la receta original es traída del país galo y su nombre real es pan francés, que algunos confunden con la tostada francesa y que para nada es lo mismo, ya que la segunda se elabora con pan blanco remojado en huevo batido con leche y es mucho más dulce, además de disfrutarse en los desayunos.

La baguette es un pan desarrollado por primera vez en Viena, Austria, a mediados del siglo XX, cuando comenzaron a funcionar los hornos a vapor, lo que proporcionaba una corteza crujiente durante la cocción del pan, además de una miga suave y agujerada que distingue a esta preparación de otras. No obstante, fue hasta el 13 de septiembre de 1993 que el gobierno francés reconoció la receta oficial de la baguette.

Llegó a tal punto de importancia, que en Francia se definió en la ley cómo era una auténtica baguette, basándose en la investigación del historiador Steven Kaplan, especialista en la historia del pan francés desde 1700 hasta 1770, y por la que se definieron algunas cualidades para obtener la baguette de tradition, como el uso de levadura reposada durante la noche y el rocío de agua en su corteza.

¿Por qué se celebra el Día del Pan Francés?

El pan francés es uno de los más empleados en todo el mundo, aunque hay muchas variedades del mismo. Es decir, la mayoría conocemos y hemos consumido una baguette, pero pocos sabemos que es el origen de otros panes que son muy tradicionales de nuestro país.

Sin saberse a ciencia cierta cómo se hizo una tradición, se sabe que fue en Estados Unidos donde comenzaron a celebrar al pan francés y este festejo se extendió a otros países. El día establecido para celebrar esta creación gastronómica es el 21 de marzo, una fecha bastante señalada para la comida.

Actualmente cualquiera puede preparar y disfrutar de un rico pan francés, pero sí existen algunas reglas básicas sobre su elaboración, como el uso de ingredientes específico o el amasado para obtener una barra de pan, por ejemplo, el uso de agua rociada en la corteza, como te decíamos antes, pues ayuda a darle ese toque dorado y crujiente al acabado del pan.

Así que, ¡feliz día del pan francés y bon appetit!