Dulces mexicanos

¡No es mexicano! Esta es la verdadera historia del CHAMOY; el dulce estrella de botanas y bebidas

Un ex empleado, cambió el nombre del dulce, pero la gente siguió usando "Chamoy" y hasta el día de hoy es uno de los favoritos de los mexicanos
miércoles, 9 de febrero de 2022 · 14:34

Lo hemos visto en las micheladas, en las papitas, con gomitas o con cualquier otro tipo de dulce, sobre todo aquí en México que amamos tanto el tamarindo y lo incorporamos en todo lo que sea posible, que además relacionamos con el infaltable chamoy, sobre todo en el campo de las botanas o de los cocteles, porque muchos sentimos que sin ellos, nada sabe igual y eso es la verdad, pues estos alimentos le dan una ondita diferente. 

Muchos crecimos comiendo esta salsita hecha con chile, azúcar y sal y casi, casi con leer su nombre nuestra boca comienza a salivar con tan solo imaginarnos la sensación acidita que nos regala. Sin embargo, aquellos conocedores de la gastronomía asiática, saben que los chiles más picantes pueden estar allá. Sí, es algo que tenemos en común los asiáticos y los mexicanos, pero aparentemente las cosas no terminan ahí. 

No es ningún secreto el intercambio cultural que se ha vivido entre algunos países como China y Japón con México. Más cosas de las que te imaginas nos hermanan y no es precisamente la teoría de que algunos asiáticos hayan cruzado el Estrecho de Bering para poblar América hace años. Nos referimos a la cantidad de refugiados japoneses que llegaron después de la Segunda Guerra Mundial, con la esperanza de hacer una mejor vida en tierra azteca.

¿Cuál es el origen del chamoy?

Entre esas personas estuvo Teikichi Iwadare, el creador del chamoy para muchos historiadores y francamente la teoría es bastante convincente, porque como muchos, emigró a México, quien para ganarse la vida abrió una tienda, quien se convirtió incluso un yobi yose (un inmigrante japonés que recibió y ayudó a los nuevos inmigrantes hasta que fueron capaces de mantenerse por sí mismos). Su tienda se llamaba Iwadare University.

En 1950, el japonés abrió la empresa Proteína Soya e introdujo los productos de soja en el mercado mexicano. También comenzó a producir un alimento básico japonés: Ume boshi (encurtido ciruelas pasas) elaborado con albaricoques, al que llamó Chamoy, probablemente derivado del chino palabra suan mei– ciruela agria o la vietnamita xí muôi – ciruela pasa en conserva. Y el saborcito salado y ácido se volvió muy popular entre los niños y jóvenes mexicanos. También creó unos dulces llamados Brinquitos. 

Sin embargo, la empresa quebró a finales de los 70 y Chamoy se dejó de producir, pero un ex empleado, cambió el nombre de Brinquitos a Miguelito), sin embargo la gente seguía llamando Chamoy a una salsa hecha de chiles secos en polvo, azúcar, vinagre, ácido ascórbico y a veces pasta de tamarindo (esta salsa probablemente se originó cuando se aplastaron los chamoys y se mezclaron con Brinquitos), de acuerdo con la historia contada por ICOMOS Mexicano, A.C.