Ahorita todos andamos con los preparativos de la cena navideña, pero ¿te has preguntado qué hacen los que no celebran la Navidad y de todas formas tienen vacaciones durante la temporada? La verdad es que profeses la religión católica o no, esta temporada está genial para irse de vacaciones, porque la mayoría de nuestras amistades descansan y se puede armar el paseo, la carne asada o todo junto.
Y si estas vacaciones de invierno decidiste ir a Oaxaca, no podrías haber tenido una mejor decisión, porque precisamente en la víspera de Nochebuena se celebra la Noche de Rábanos, una festividad única y peculiar, que pocos conocen, pero que ahora mismo te hablaremos de ella, para que apantalles a tus amistades, familia o crush.
La Noche de Rábanos es una fiesta tradicional oaxaqueña, que es conocida por sus esculturas talladas con rábanos. Se trata de un concurso que se lleva a cabo de manera anual el día del Mercado Navideño, el cual ocurre el 23 de diciembre desde hace más de 100 años (125 para ser exactos). Es una de las tradiciones más arraigadas en el estado de Oaxaca, que capta la atención de lugareños y turistas, sean nacionales o internacionales.
¿Desde cuándo se celebra la noche de rábanos?
El evento surgió durante la Época Colonial a manera de un método publicitario por parte de los granjeros para atraer compradores. Sin embargo, fue hasta 1897 cuando fue declarado formalmente como un concurso. Hoy en día reúne a cientos de concursantes escultores y artesanos, que presentan sus piezas talladas en rábanos de todos los tamaños, que son contempladas por miles de espectadores.
Los rábanos no son un producto mexicano, llegó de China a través de los frailes españoles y eventualmente se convirtieron en guarniciones o condimentos para varios platillos cotidianos, introduciéndose a la gastronomía mexicana. Hoy por ejemplo, nadie entendemos ni el pozole o carne en su jugo sin rábanos.

El lugar donde regularmente ocurre la Noche de Rábanos es en la ciudad de Oaxaca a donde acuden más de 100 concursantes de la localidad y de San Antonio Castillo Velasco. Los participantes se registran meses antes y existen varias categorías para participar, como: Esculturas de categoría libre, que retratan por medio de esculturas temas contemporáneos y la categoría tradicional, que consiste en representar escenas bíblicas o de tradiciones oaxaqueñas taalladas en rábanos.