Día Internacional del croissant: ¿Cuándo y por qué se celebra?; aquí te decimos

¡Ah, el cuernito! Seguramente todos lo conocemos y lo hemos comido alguna vez. No importa que sea o no tu pan favorito, pero lo conocemos y poco a poco se ha infiltrado en la cultura mexicana, a tal grado, de que a veces ya preferimos mejor este pan, con jamón, queso, mayonesa y frijolitos, en lugar de un sándwich o una torta. Pero lo creas o no, 'cuerno' no es el nombre real, sino solamente una adaptación. 

El nombre real del cuernito, es "Croissant"  y es una palabra francesa que se refiera a una pieza de panadería de origen austriaco, cuya versión hojaldrada se desarrolló en Francia. Idealmente se hace con masa de hojaldre específica que contiene levadura, mantequilla o margarina. Sin embargo, fue hasta el siglo XX, cuando  la popularidad del cruasán se extendió a muchos países del mundo y hoy existen numerosas variantes con ingredientes, consistencia y nombres propios.

Cada 30 de enero se celebra el día del cruasán desde hace algunos años con el fin de recordar y seguir dando a conocer que esta pieza de pan, que tiene gran aceptación en el mundo gracias a su rico sabor, aroma y textura crujiente, puede consumirse a cualquier hora del día. Sin embargo, poco se sabe acerca de quién creó la festividad, pero la palabra Croissant definió por primera vez a una pieza de la panadería de acuerdo con el diccionario Littré en el año de 1863.

¿El cruasán es de Francia?

La leyenda del croissant cuenta que este nació como un acto festivo, cuando Viena se salvó de la invasión del Imperio Otomano a finales del siglo  XVII. Y es que los panaderos, que trabajaban por la madrugada, fueron quienes se dieron cuenta de que la amenaza estaba por llegar a su ciudad, por lo que advirtieron al emperador Leopoldo I, que los turcos querían atacar la ciudad y esto permitió que las tropas de la ciudad estuvieran preparadas e impedir la invasión.

La forma de la media luna tiene que ver con una leyenda, pues se dice que un emperador vienés decidió condecorar a los panaderos por su valiosa ayuda ofrecida. Por lo tanto,  como agradecimiento, se elaboraron dos panes; en uno estaba escrito “emperador” y en el otro “Halbmond” que significa media luna en alemán. Esto como mofa a la media luna de la bandera otomana. De hecho, no es un alimento de origen francés, como muchos cuentan, sino austriaco. 

El Kipferl sería el antecesor del cruasán, del que solo tenía la forma y no la composición, pero su existencia se remontaría al siglo XIII. Su introducción en Francia data de 1838 o 1839, cuando un oficial austriaco, August Zang, abrió una panadería vienesa en París en el n.º 92 de la calle de Richelieu en París. El éxito de sus kipferl y de sus kaisersemmel (pan vienés) fue tan enorme que pronto fue imitado por muchos, y que sus piezas pasaron a conformar una clase de productos panaderos que adoptó el nombre de viennoiserie.