¡Un bolillo para el susto!, ¿realmente funciona esta creencia mexicana?

Después de un evento tan importante, trágico y complicado, en México se sigue varias tradiciones o creencias, por ejemplo en Oaxaca se cree que tomar un caballito de mezcal te ayudará a pasar el susto y no enfermar, pero en otras partes del país, como en la Ciudad de México, la creencia aplica con un bolillo o pan salado, pero, ¿de dónde salió esta creencia? y ¿realmente funciona?.

El bolillo es un pan de corteza dura y esponjoso por dentro que tiene una gran tradición detrás de nuestro país desde hace cientos de años y forma parte de cientos de platillos que conforman nuestra cultura gastronómica como lo son las tortas ahogadas, las guajolotas o las guacamayas, recetas y antojitos que podemos encontrar a lo largo de todo México, por lo que este alimento es popular en toda la república.

Entonces, ¿cómo nació la creencia de que comer un bolillo te ayudaría a calmar el susto?. El susto es la reacción que tiene nuestro cuerpo al experimentar miedo de manera repentina o súbita, esto se puede manifestar en nuestro organismo de muchas maneras generando ciertos efectos en nosotros, aunque uno de ellos puede ser el aumento a la producción de jugos gástricos en el estomago.

Aunque su origen es incierto, se cree que esta tradición o creencia se origino a partir de los remedios y rituales que los antiguos pobladores del Pueblo Otomí tenían para curar el susto, esto lo hacían mediante una mezcla de alcohol y hierbas que les provocaba la sudoración, con el paso de los años esta practica se fue extendiendo y agregando otras practicas como la de comer alimentos, incluido el bolillo.

¿Pero funciona? sí y no, aunque pueda parecer contradictorio, el bolillo puede ayudarnos cuando sufrimos alguna impresión pero no exactamente para quitarnos el susto, sino para aminorar sus efectos y calmar el estomago, que como mencionamos antes responderá al miedo generando jugos gástricos de más, aunque no podemos negar que la tradición de comer un bolillo después de un gran susto, siempre nos hará sentir mejor y reconfortará nuestra alma.