¿Tequila y raicilla son iguales? Aquí te decimos cuáles son las diferencias

Hablar de bebidas mexicanas es algo absolutamente aventurado y un tanto extenso. Particularmente porque no todo es tequila, aunque sea una gran muestra de que hay talento para preparar alcohol, sólo falta apoyarlo. Y es que al parecer este destilado es uno de los favoritos de muchos (La verdad de nosotros también), pero dentro de la gama de los alcoholes destilados no es el único, pues hay más horizonte.

En la Edad Media, el alcohol se consideraba un elixir de larga vida y en algunas lenguas se le dice "agua de vida" y se reservaba a unos terapéuticos. Hacia finales del siglo XV se convirtió en  algo llamado “alcohol de boca”, y entonces lo asociaron con todo tipo de plantas para aromatizarlo y darle sabor. Sabemos que la fermentación se obtiene por la acción de las levaduras, pero si los destilados también son fermentados ¿cuál es la diferencia?

Bueno, pues un destilado es alcohol más purificado que un fermentado. Es decir, en su forma más tradicional, la destilación implica calentar el líquido fermentado dentro de un recipiente cerrado hasta que el alcohol (con un punto de ebullición menor al del agua) se evapore. Las gotas de alcohol se concentrarán al centro del techo del recipiente y se condensarán escurriendo por un tubo hacia otro recipiente. Así se obtiene una bebida destilada artesanalmente.

¿Por qué la raicilla y el tequila no son iguales?

Conforme avanza la destilación, más agua comienza a pasar, reduciendo el porcentaje de alcohol, pero normalmente los destilados llevan una segunda o tercera destilación, de tal manera que se repite el proceso. De esa forma se asegura tener alcoholes más puros, pero también se pierden muchos atributos nutricionales y saludables. Además se obtiene una bebida delicada cuyo porcentaje alcohólico se define por el productor.

Todo esto te lo decimos para poderte decir que el tequila y la raicilla no son iguales. Es decir, ambos son destilados de agave, pero tienen diferencias en su elaboración. Por esa razón ahora mismo te vamos a decir cuáles son estas, para que la próxima reunión que tengas con tus amigos o familia hables del tema como un experto. 

 1. El sabor

El tequila tiene un color generalmente blanco y su sabor es fuerte. Está hecho completamente a partir del agave pero cuando un tequila no señala en su etiqueta que es cien por ciento de agave, es un tequila mixto, lo que quiere decir que se mezcló con otros azúcares durante su elaboración. La raicilla, en cambio, es dulce y si proviene de la sierra, tiene un sabor más crítico en cambio, si su origen es la costa, priman los sabores a pimienta, minerales y frutas tropicales.

2. Su elaboración 

El tequila es originario del pueblo Tequila, en el estado de Jalisco, México. Se elabora a partir de la fermentación y destilado del jugo extraído del agave, en particular el llamado "Agave Azul" (Agave tequilana, variedad Azul. La raicilla, en cambio, se obtiene del  destilado que se obtiene de diversos tipos de agave, como: Agave maximiliana, Agave inaequidens, Agave valenciana, Agave angustifolia y Agave rhodacantha entre otros, que son cosechados en el territorio comprendido por la denominación de origen. 

3. El color

El gobierno de México señala que la raicilla es de color marrón, sin embargo, con una o 2 destilaciones más puede quedar incoloro, mientras que el tequila es ligeramente amarillo o blanco. (El blanco podría parecerse más a la raicilla.)

4. El azúcar 

Mientras el tequila, puede mezclarse con jarabe de maíz o caña de azúcar, aunque se denomine mixto, la raicilla ?debe ser elaborada al 100% de agave y está permitido realizar destilaciones adicionales con ingredientes diversos para incorporar sabores.

5. La denominación de origen  (D.O)

Ambas son de la misma zona, pero mientras la D.O del tequila está en Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Tamaulipas y Jalisco, la raicilla, sólo se puede encontrar en las zonas de la Sierra Madre Occidental, la Sierra de Amula, la Costa Sur y la Costa Norte, de acuerdo a su denominación de origen desde el 2019.