Nopal

UNAM alerta por insecto devorador de nopales endémicos en el país

En 2005 se detectó en Isla Mujeres e Isla Contoy, en Quintana Roo, y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
lunes, 30 de agosto de 2021 · 10:25

Hasta hace algunos años, pareciera que los humanos y probablemente más los mexicanos éramos los únicos devoradores importantes de los nopales. Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones del Centro de diversidad de cactáceas, México cuenta con una gran variedad de especies endémicas, que actualmente están amenazadas por la llamada palomilla de nopal Cactoblastis cactorum, un insecto invasor proveniente de Sudamérica que ya se encuentra en el Caribe, muy cerca de la frontera nacional.

Desde hace 10 años, el biólogo Juan Enrique Fornoni Agnelli, investigador del Instituto de Ecología (IE), estudia en el Laboratorio de Interacciones Planta-Animal, notó junto con su equipo,  Karina Boege Paré y César Domínguez Pérez-Tejada, cómo esta especie invasora ha recorrido de Sudamérica al Caribe, a raíz de una migración promovida por el hombre y aseguran tiene alto potencial de consumir nopales mexicanos

Según la gaceta universitaria, este insecto fue paradigmático para el control biológico de las nopaleras ruderales, es decir, cactáceas, que fueron promovidas en otras partes del mundo y se volvieron plaga. El experto explicó que en Australia quisieron controlarla, buscaron un enemigo natural de este cactus y lo encontraron en Sudamérica, donde hay especies de nopales parecidas a las que hay en el resto de América. Por ello se cree que el insecto es sumamente eficiente controlando poblaciones de Opuntia, porque les come la penca por dentro y pudre a un individuo entero, lo cual baja la productividad del nopal

¿Cómo llegó la palomilla a México?

Entre 1930 y 1940 fue llevado a Sudáfrica con el mismo propósito, y de ahí a la isla de Nueva Caledonia, Hawái, para luego introducirse en el Caribe, a través de las Antillas Holandesas en 1957.  Una vez en el Caribe, el insecto se movió también de manera natural, debido a huracanes y tormentas tropicales, por lo que llegó a Florida en 1989, donde invadió a gran velocidad toda la zona de la península y el Golfo de México. 

En 2005 se detectó en Isla Mujeres e Isla Contoy, en Quintana Roo, y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, por medio del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad, controlaron esta invasión. En 2009 se declaró que México estaba libre de este insecto invasor y aunque hasta ahora la palomilla del nopal no ha vuelto a ser detectada en territorio nacional, Fornoni consideró que el riesgo de que ingrese es muy alto. 

"Es una de las 20 especies que se monitorean en todas las aduanas de México, por el gran riesgo que tiene para la seguridad fitosanitaria del país” declaró al medio universitario y además apuntó que habría muchas afectaciones potenciales, no sólo a la economía, sino también al desarrollo social de diferentes sitios, además de los efectos en los recursos genéticos que tiene México como reservorio y centro de biodiversidad, donde las cactáceas han sido domesticadas.