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¡Tienes que conocerlo!, te presentamos al santo patrono de la cerveza
Seguro pensarás que esto no existe, que es una alucinación de borracho, pero Arnulfo de Metz hizo historiaBeber alcohol es algo que el ser humano ha hecho desde que descubrió que podía tomarlo y ha pasado por todas las épocas humanas desde los más altos estratos hasta los más bajos. ¡Nadie se salva de beberlo! NA-DIE. Todos lo disfrutamos y el mismo Cristo lo multiplicó, de acuerdo con un pasaje bíblico, donde convierte el agua en vino. Sí, no sólo multiplicó pescados, también la bebida y es justo porque a todo mundo le gusta eso.
En el catolicismo el alcohol es usado para consagrar y en la vida social para brindar por nuestras alegrías o ahogar nuestras penas y básicamente hacer de cualquier espacio un confesionario, pero sin el sacerdote ni el pequeño espacio donde nos hincamos a decirle al padre cómo y con quién hemos pecado. Sin embargo, a diferencia de los rituales religiosos, en el día a día preferimos la cerveza en lugar del vino, porque no nos genera una cruda tan cruel, como normalmente.
¡Y no importa qué tan agnóstico seas! A la hora de la fiesta, cuando se acaba el alcohol y particularmente la cerveza, de inmediato llega a ti la fe y comienzas a rezarle a todos los santos para que en algún lugar encuentres aunque sea un guardadito de esta bebida, porque ya no hay vinaterías o tiendas abiertas. En ése momento seguro piensas que ojalá existiera un santo dedicado a guiar por el camino de la chela a todos los alcohólicos perdidos en su búsqueda.
Seguro pensarás que esto no existe, que es una alucinación de borracho, pero si en tu vida pasada fuiste feligrés o católico, sabrás que el monoteísmo es una pura ilusión pues el catolicismo cuenta con un santo casi para cada problema, que podría auxiliarte en los momentos de angustia o dificultad. Y por eso mismo es que te decimos que las plegarias de todo amante o vendedor de cerveza fueron escuchadas y existe San Arnulfo de Metz, el santo patrono de la cerveza.
¿Por qué se le dice Patrón de los cerveceros a San Arnulfo de Metz?
No, no es ninguna creación nueva, en realidad ya tiene sus ayeres, pues nació el 31 de agosto de 582 en Remiremont, una pequeña comunidad francesa y gracias a su formación monacal acabó por convertirse en obispo de la ciudad austríaca de Metz a sus 30 años. Tenía un gran gusto por la cerveza y se le adjudica la frase de “del sudor del hombre y el amor de Dios, la cerveza vino al mundo”. Además en los sermones dominicales recomendaba a sus fieles beber cerveza debido a una ola de epidemias que vivía Europa en aquella época.
¿La razón? Pues resulta que en aquellos días, las frecuentes epidemias que azotaban Europa provocaba que el agua estuviera habitualmente contaminada, razón por la cual era peligroso beberla. Por eso, el sacerdote animaba a los feligreses a sustituir el agua por cerveza para que no murieran intoxicados. De hecho, estaba tan convencido por los beneficios de la cerveza, que llegó a colocar un crucifijo grande en un barril, que salvó milagrosamente la vida de los que bebieron. Esta acción pesó tanto que se consideró un milagro
Tras su muerte, mientras trasladaban su cuerpo, muchos de los fieles decidieron hacer un alto en el camino para refrescarse y beber cerveza en su honor. El problema fue que cuando llegaron a una taberna, vieron que sólo quedaba una jarra de cerveza para todos. Decidieron beberla y grande fue su sorpresa al notar que la jarra de cerveza nunca se terminaba y todos alcanzaron a beber, por lo que decidieron nombrarle el Patrón de los cerveceros. ¡Que esto, que lo otro..SALUD!