Desayuno

Día del estudiante: 5 desayunos estudiantiles que no olvidaremos jamás

Nos invadió la nostalgia y enlistamos todos los alimentos que seguro todos probamos mientras fuimos estudiantes
domingo, 23 de mayo de 2021 · 10:53

Ser estudiante es una experiencia única. Algunos probablemente la recuerden con mucho cariño y otros con mucho coraje, porque el sistema no es como todos quisiéramos que fuera. Sin embargo, es lo que hay, incluso después de grandes movilizaciones que se hicieron en el siglo pasado en busca de la equidad, educación de calidad y en el caso de algunas instituciones de la autonomía. Esto último no es sino que la escuela que la posea, sea libre de tomar todas las decisiones para sus alumnos, libre de cualquier atadura del estado. 

Y es que ser estudiante es casi sinónimo de vivir siempre un remolino de emociones y estar luchando constantemente contra varias cosas, como la falta de recursos, o de un buen ambiente para el desempeño académico o de contar con espacios sanos y libres de violencia social o política. A lo largo de la vida útil de varias escuelas, ha habido muchas manifestaciones que alzan la voz por todos los estudiantes, que enfrentan diferentes problemas durante su estancia en las escuelas, pero particularmente en las universidades.

Hace algunos años, se estipuló que el día 23 de mayo sería el Día del estudiante, porque se conmemora el movimiento estudiantil de 1929 con el que la Universidad Nacional se movía a adquirir la autonomía. Este movimiento derivó en una gresca entre estudiantes y fuerzas del orden público cerca del Colegio del Sal Ildefonso que provocó gran cantidad de heridos  y José Manuel Puig Casauranc, jefe del entonces Departamento Distrito Federal, se ofreció como intermediario en las negociaciones ante el presidente y consiguió la autonomía de la Universidad el 10 de junio.

Pero más allá de las grandes luchas que se han enfrentado, también hay unos conflictos menores, que aunque sean más modestos no son menos importantes. Uno de ellos es cuando buscábamos qué desayunar en nuestros tiempo de estudiantes. Las prioridades eran 2: Que fuera fácil de consumir y que nos llenara al menos durante toda la mañana o unas 4 horas. Lo nutritivo quedaba en segundo término y a merced de quien nos preparara ese bocadillo. Podía ser nuestra madre o las benditas señoras que vendían desayunos afuera de la escuela. 

Y como hoy en este día nos invadió la nostalgia, hemos decidido traerte una lista de todos los alimentos que seguro todos probamos mientras fuimos estudiantes. De veras TO DOS. No importa si ibas en escuela oficial o privada, estos son unos clásicos que no respetan frontera o estatus socioeconómico. Como sea, muy seguramente los probaste y ahora que los veas te acordarás y hasta querrás volverlos a comer. 

1. Tortas de jamón 

El clásico de clásicos. Esta era una torta que no sólo ha sido popular porque se le antojaba al Chavo del 8, desde antes de que llegara a la televisión este bocadillo ya era bastante popular en las escuelas y sin duda alguna a todos nos tocó probarla al menos una vez en la vida. Si la preparaban con frijolitos, queso manchego, lechuga y jitomate era un plus, pero la básica sólo con jamón y queso amarillo también era todo un deleite. 

La torta de jamón era infaltable

2. Sincronizada partida en 4

Sin duda alguna, la sincronizada es un feliz segundo clásico.  Todos recordamos nuestros cuartos de sincronizada, que sin duda se guardaban tibiecitos en nuestra lonchera y sacarlos a la hora del recreo era sin duda lo mejor, porque podíamos disfrutarla junto a nuestros amigos. 

3. Sándwiches de pollo o jamón

El Sándwich de pollo o de jamón eran sin duda infaltables. Hubo un tiempo en que una marca de pan tenía moldes para dibujar a nuestros personajes favoritos de las caricaturas en las tapas de cada uno de los sándwiches para quienes lo comían entero, pero habíamos algunos que preferíamos disfrutarlos en triangulitos. 

4. Torta de chilaquiles

Las cosas cambiaron cuando entramos a la universidad y requeríamos una porción más grande de comida y además mantenernos despiertos. Fue entonces cuando le empezamos a agarrar cariño a la señora de los chilaquiles que nos hacía favor de servírnoslos en torta, pues así nos la podíamos ir comiendo en el camino o guardarla si no podíamos terminárnosla antes de la clase. 

El clásico universitario rara vez se comía en plato. Foto: Shutterstock

5. Torta de tamal

Todo 'estudihambre' que se respete habrá probado alguna vez una torta de tamal. Sin duda, era uno de los desayunos más calóricos y rápidos que podíamos encontrar cerca de la escuela. Y lo mejor del caso es que después de comérnosla, no nos daba hambre hasta después de varias horas. Además no engordábamos, porque casi siempre andábamos corriendo de un lado a otro para hacer nuestros trabajos y tareas.