En el mundo hay cientos de frutas diferentes, más allá de la gran variedad de frutas populares que podemos ver en casi cualquier parte, existen otros frutas igual de sorprendentes y deliciosas que las que conocemos, una de ellas es el fruto del árbol del pan o frutipan, el árbol también conocido como Artocarpus altilis por su nombre científico produce una fruta muy similar al durián y la yaca.
Aunque el frutipan es originario de Oceanía, actualmente se pueden encontrar cultivos de este árbol en algunas islas del Caribe, países de América Central, el sureste asiático e islas de Pacífico, se conoce como árbol del mazapán, pan de dios, buenpán, pan de pobre, o rimas y como su nombre lo índica tiene un marcado sabor a pan, pero solo después de haber cumplido algunas condiciones.
El fruto es redondo y como mencionamos antes guarda cierto parecido al durián, aunque la textura de la cáscara es menos áspera y sus protuberancias son mas lisas, por fuera la cáscara es verde y por dentro, la pulpa es blanca, con una textura similar cremosa a la de la chirimoya y con un sabor dulce muy marcado, el fruto puede comerse tanto crudo como cocinado.
Una vez que se ha cocinado el frutipan es cuando la magia sucede, pues el sabor de esta fruta recuerda mucho al pan recién horneado, con ciertos toques a papa cocida, además es bastante versátil pues el fruto del árbol del pan se puede hervir, hornear, brasear, asar, freír e incluso fermentar, tiene un alto contenido de almidón lo que ocasiona que se forme una pasta pegajosa al fermentarse.
Esta fruta es de gran importancia en los países de donde es originaria, pues se aprovechan todas las partes del árbol del pan así como su fruto, las raíces, las hojas, la madera y el látex, son ampliamente usados por sus beneficios a la salud y sus nutrientes, pues esta planta es capaz de tratar afecciones como el asma, la diarrea la ciática, la presión sanguínea e incluso es usado como goma de mascar, en definitiva todo una maravilla.