Tips de cocina

¿Por qué San Pascual Bailón es el patrono de los cocineros? Te explicamos

Desde la Época virreinal en la Nueva España hasta la actualidad, hay cocineras y cocineros que se encomiendan a él 
lunes, 17 de mayo de 2021 · 13:56

Todo cocinero o cocinera que se respete, le reza a San Pascual Bailón para que los guisos salgan bien. Esto no es para nada nuevo, pues seguramente si le puedes preguntar a tu abuelita, ya sabe de algunos antecedentes de este santo, cuya creencia se ha transmitido de generación en generación. Y es que así como los griegos eran politeístas, pues tenían casi tantos dioses, como virtudes, la religión católica heredó eso, pues aunque no son dioses todos, sí existe una gran cantidad de santos que salvaguardan los diferentes lugares, oficios o problemáticas.

Por eso, no extraña que exista un santo para velar por un buen sazón y evitar los accidentes de cocina, según dice la tradición que por cierto nació en 1564, cuando Pascual Bailón Yubero, hijo de los labradores del lugar Martín Baylón e Isabel Yubera nacido el 16 de mayo de 1540, comenzó a vestir los hábitos en el convento ilicitano de San José y profesó en Orito el 2 de febrero de 1565 y habitó en el Convento de Santa Ana del Monte en Jumilla (Murcia) del 1580 al 1583, donde aún conservan varios árboles plantados por él y otros recuerdos. 

Fue beatificado por el papa Paulo V el 19 de octubre de 1618 y canonizado por Alejandro VIII el 16 de octubre de 1690. Declarado patrono de todas las asociaciones y congresos eucarísticos por el papa León XIII el 28 de noviembre de 1897 y patrono  de la diócesis española de Segorbe-Castellón por el papa Juan XXIII el 12 de mayo de 1961. Es también patrono de VillarrealTorrehermosaPinos PuenteAlconchel de Ariza, Maranchón y otros lugares.

¿Por qué se le relaciona con los cocineros?

Entre los milagros que se le atribuyen (Y probablemente por lo que se le relaciona con la comida), están la la multiplicación del pan para los pobres, la curación de enfermos, el don de profecía y el que narra cómo de una piedra salió agua para unos pobres. Además, de acuerdo a la tradición popular, hay varias afirmaciones, que dicen que muchas veces orando, experimentaba tanta alegría que se ponía a bailar (por eso algunos creen que su apellido es un apodo por esta reacción característica).

Posee además el cargo de santo titular de muchos templos, parroquias y monasterios en el mundo entero siendo especialmente venerado en territorios de la antigua Corona de Aragón. Cuando murió, el 17 de mayo de 1592, sus cenizas fueron depositadas en Villarreal y parte de ellas se quemaron tras el incendio de la basílica durante la Guerra Civil española, pero otra sobrevivió milagrosamente y ciudadanos de Villarreal fueron trasladando los restos a sus casas y algunos se quedaron pequeñas partes de las cenizas, que aún hoy no se han recuperado en su totalidad.

Sus restos volvieron a Villareal. Foto: Especial 

El 17 de mayo de 1992, festividad de san Pascual Bailón y IV centenario de su muerte, el rey de España Juan Carlos I reinauguró la Real Capilla y presidió el traslado de los restos del santo a su nuevo sepulcro. Sin embargo luego de este acontecimiento donde nadie creería que algunos de sus restos sobrevivirían sólo alimentó la creencia de que el santo vela por las cocinas y los accidentes que el fuego pudiera ocasionar.

Desde la Época virreinal en la Nueva España hasta la actualidad, hay cocineras que se encomiendan a él  para proteger el fuego y accidentes de cocina. De tal suerte que existen refranes populares como: San Pascual Baylón, báilame en este fogón. Tú me das la sazón y, yo te dedicó un danzón;  San Pascual Bailón, atiza mi fogón, y concédeme buena sazón, que se dicen mientras se cocina para que el guiso quede bien y sin accidentes