¿Estar ebrio sin beber alcohol? Científicos descubren el síndrome de la borrachera eterna

Sed excesiva, dolor de cabeza, mareos, vómitos y confusión, son los síntomas clásicos de una borrachera después de una larga noche de tragos y fiesta, pero aunque todo esto puede pasar en un par de horas y con la hidratación correcta, hay quienes sufren estas molestias de forma constante. Y aunque para algunos solo es el resultado de una buena noche con amigos, para otros tanto representa uno de los trastornos más severos de salud. 

Una resaca indefinida sin haber bebido nada de alcohol no es algo que a muchos nos gustaría experimentar, sin embargo se trata de una condición de salud que a la fecha aún está siendo investigada. El síndrome de la borrachera eterna, también conocido como “síndrome de autocervecería”, fue descubierto por investigadores de la Universidad de Pittsburgh, quienes encontraron un nuevo caso en una mujer que logra producir etanol en su sistema sin haber consumido alcohol. 

A través de un estudio publicado por la revista médica Annals of Internal Medicine, señalaron que una mujer de 61 años presentó resultados positivos de etanol en su orina, pero negó cualquier consumo de alcohol e incluso no presentaba los síntomas clásicos de la intoxicación por alcohol. Al hacer una investigación a fondo, se determinó que el etanol encontrado en su cuerpo era provocado debido a que la levadura que fermenta el azúcar en el sistema urinario lo producía.

Al analizar los resultados, los investigadores determinaron que la paciente sufría de una nueva forma forma del síndrome de autocervecería y no un trastorno por consumo de alcohol, el cual es uno de los trastornos más severos del cuerpo y muy poco estudiado, mismo que provoca que las personas sin consumir alcohol padezcan efectos fisiológicos como si lo hicieran.

No es la primera vez que se presenta un caso similar, ya que en 2019 la revista New Scientist informó sobre un caso muy similar que afectaba a un hombre de 41 años desde 8 años atrás. Según lo publicado el paciente comenzó a notar mareos, cambios de humor, pérdida de memoria y comportamientos agresivos, por lo que tuvo que dejar su trabajo al presentar los síntomas clásicos de la borrachera de forma frecuente. 

Tras varios análisis y un tratamiento psicológico, expertos de la Universidad de Richmond en Virginia, lograron detectar qué era lo que estaba pasando con el paciente, detectando uno de los síndromes más extraños y que hacía que su organismo fabricara grandes cantidades de etanol. Se estima que solo 100 personas padecen este síndrome en todo el mundo por lo que los estudios sobre dicha enfermedad aún son muy escasos.