Gastronomía

5 platillos veracruzanos que no te puedes perder esta Semana Santa

La comida jarocha es afamada por su riqueza y variedad, porque es una síntesis de la cocina costeña y la española
miércoles, 3 de marzo de 2021 · 16:40

Veracruz es un estado, quizá no tan escandaloso a la hora de presentarse gastronómicamente, pero una vez que pruebas algo de la comida veracruzana, no querrás dejar de hacerlo, pues te abrirá un abanico de posibilidades en cuestión de sabores, pues es un estado de la república mexicana, que da brincos entre lo salado, lo dulce, pero sobre todo, lo agridulce, porque lo suyo, lo suyo son las combinaciones. 

La comida jarocha es afamada por su riqueza y variedad, porque es una síntesis de la cocina costeña y la española. Es decir, combina la comida tropical, con la marina y encontramos desde antojitos típicos hasta los deliciosos platillos de mariscos y pescados frescos. También para este estado, el maíz es considerado el ingrediente principal entre muchos de sus guisos y botanas, como , gorditas, pellizcadas, picadas, garnachas, empanadas, chilaquiles, tamales de masa y de elote.

Entre los guisos clásicos, están las jaibas rellenas, chilpachole de jaiba, huachinango a la veracruzana, sopa de mariscos, pulpos en su tinta, “vuelve a la vida”, mondongo a la veracruzana, pámpano empapelado, calamares rellenos en su tinta, salpicón de mariscos, estofado de pollo, chipotles adobados, sopa de mariscos, ostiones en su concha, pato a la veracruzana, arroz a la tumbada, mojarras al mojo de ajo y pambazos jalapeños. Por supuesto, hay muchísimos más, pero estos son los una muestra de lo vasto que es. 

Verduras y dulces que no sabías que eran de Veracruz

Pero en el lado de las verduras, están otras delicias quizá menos populares, pero que no puedes dejar pasar, porque también tienen su sabor único, como los  quelites, verdolagas, tallos o cojollos de izote, los guajilotes, chompines, calabacitas, pipiancitos y ejotes, que preparados al estilo Veracruz, sólo podrán dejarte un sabor, que probablemente recuerdes toda la vida y quieras probarlo y probarlo tantas veces te sea posible. 

Los postres más famosos y típicos del estado son las empanadas de guayaba, dulces de coco y palanquetas de cacahuate. Pero también están el alfajor de maíz, dulces de pepita de calabaza, melcocha, dulces de nanche, pan de huevo, panqué a la naranja, jamoncillo de leche, leche nevada, cocada, marquesota, yemitas de canela y galletas de agua. Como ves, la lista es larga, pero nosotros te traemos una pequeña guía para que empieces y sobre todo, que no repitas platillo si estás decidido a irte de vacaciones a las playas veracruzanas. 

Comida veracruzana que no puedes perderte

1. Volovanes rellenos

Regularmente están rellenos de guisados salados. Foto: Especial

Esta especie de empanada llamada volován, es un bocadillo típico que se puede disfrutar como entremés a media mañana o tarde. Es muy popular en el Puerto de la Ciudad de Veracruz y su nombre proviene del francés "Vol-au-vent". Puede estar relleno de chori-queso, jamón y queso, jaiba, hawaianos, atún o de cualquier otro guiso. Están hechos de pasta de hojaldre y la parte superior es previamente recortada y se vuelve a colocar al final, como si fuera una tapa. 

2. Camarones al coco

Esta botana es deliciosa. Foto: Especial

La nuez de coco abunda en las orillas de las playas y los indígenas aprendieron a utilizarla para hacer aceites y  preparar gran cantidad de comidas, dulces y bebidas. 

3. Vuelve a la vida

VUELVE A LA VIDA. Es quizá uno de los cócteles de mariscos más famoso. Foto: Especial

Todo mexicano, ayune o no; beba o no, sabe lo que es comerse este coctel de camarones y mariscos, que hace honor a su nombre y realmente te "vuelve a la vida".

4. Ostiones a la diabla

Si por algo se conoce el Golfo de México  es por los magníficos ostiones  que se dan y los veracruzanos los comen frescos, enlatados, guisados, asados, ahumados, en vinagretas y de mil maneras distintas.

 

5. Tortitas de hueva lisa

La hueva de la lisa es una especie de caviar en las costas tropicales, con la ventaja de que su precio no es tan exorbitante. Es alargada y aplanada. Puede comerse fresca, aunque la mayor parte se vende salada y disecada.