Alimentos saludables

Hongos comestibles serían el alimento del futuro y esta es la razón, según expertos

En época prehispánica los hongos eran llamados nanácatl, por su parecido físico y en sabor con la carne
lunes, 15 de marzo de 2021 · 12:43

En tiempos prehispánicos, las diferentes civilizaciones desarrollaron un íntimo contacto con la naturaleza, a la cual aprovechaban y protegían mediante estrictas normas de conservación, que permitían tener un buen equilibrio ecológico de las plantas, hongos y animales. El segundo elemento es uno de los recursos naturales más utilizados  por los indígenas mesoamericanos, ya sea como alimento por sus propiedades estimulantes, medicinales y alucinógenas, de acuerdo con Teófilo Herrera, un pionero en el estudio de este grupo dentro de su artículo "De los que saben de hongos".

Por su parte Elvira Aguirre Acosta, encargada de la Colección de Hongos del Herbario Nacional de México del Instituto de Biología de la UNAM, señala que  los hongos podrían ser el alimento del futuro, debido a que poseen una gran cantidad de proteínas de fácil digestión. Por ejemplo el champiñón, que cuenta con 80% de agua aproximadamente, otro 20% de materia seca, 40 por ciento es proteína y encima de todo, contiene grasas, vitaminas y minerales, lo que lo vuelve un alimento más que completo.  Además existen más de 30 recetas que utilizan hongos como acompañantes de otros ingredientes o como protagonistas, como los champiñones rellenos, marinados o como parte de una empanada o crema

Anteriormente y en época prehispánica, los hongos eran llamados nanácatl, por el parecido físico y en sabor con la carne. Además, era un alimento altamente consumido por los aztecas. La Colección de Hongos del Instituto de Biología, incluye diversas especies de hongos comestibles, así como tóxicas, alucinógenas, medicinales y algunas que degradan la madera. El Herbario Nacional de México es una de las once Colecciones Biológicas Nacionales bajo custodia del Instituto de Biología de la UNAM

Macrohongos, los más abundantes

Actualmente tiene más de 30 mil ejemplares que representan alrededor de 400 géneros y mil 600 especies de macromicetos, que son hongos "superiores". La mayoría de las setas y hongos de "sombrero" corresponden al grupo de los basidiomicetos; los ascomicetes tienen formas diversas, como platos, cazuelas, copas, orejas, u otras formas caprichosas, cuya característica principal es la presencia de ascosporas (esporas sexuales) encerradas en unos pequeños sacos llamados ascos. 

La colección conserva únicamente hongos macroscópicos deshidratados y adaptados para su consulta. Este tipo de hongos poseen un cuerpo formado por un conjunto de filamentos o hifas y en condiciones adecuadas de temperatura y humedad forman cuerpos fructíferos productores de esporas, muchos de ellos en forma de sombrilla, de repisa, de estrella, entre otras. Además, pueden presentar estructuras accesorias como el sombrerillo de las setas; los hongos microscópicos también pertenecen al reino fungi, que por su pequeño tamaño, "no se pueden observar a simple vista se albergan en las colecciones de cultivos", expuso  Acosta.

A pesar de que las especies no se encuentran extintas, muchas sí están en peligro debido a su vulnerabilidad, pues los hábitats han ido cambiando. Así, muchas de las especies que se encuentran en peligro de extinción es porque son explotadas para su comercialización, ya que muchas de ellas son comestibles.En cualquier bosque, por ejemplo, es posible hallar en los troncos caídos una diversidad de hongos, ya que degradan la lignina y la celulosa, elementos que constituyen la madera