Tendencias

México se coloca como el principal consumidor de comida chatarra en América Latina: INSP

Instituciones de salud alertan sobre los riesgos que se presentan en la salud si no se cambia la forma de alimentación
jueves, 4 de febrero de 2021 · 18:48

El consumo de alimentos ultraprocesados se ha convertido en una rutina de alimentación entre los mexicanos, sin embargo, los efectos negativos de su consumo cada día son más evidentes. Si bien durante la pandemia se desató una tendencia por llevar una alimentación balanceada, la ingesta de alimentos "chatarra" también se elevó, lo que se ve reflejado en esos kilos de más que muchos de nosotros subimos durante el encierro. 

En este sentido El Poder del Consumidor en conjunto con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), emitieron un comunicado en el que alertar sobre el consumo de estos alimentos y su relación con un aumento en el riesgo de mortalidad entre la sociedad, así como el incremento de enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, en especial en el caso de niños y adolescentes. 

México, el principal consumidor de comida chatarra

Los cambios radicales en la alimentación tradicional en México y su sustitución por alimentos ultraprocesados se han convertido en la principal causa de la obesidad y la diabetes que sufre la población general, lo cual ha desencadenado otras enfermedades que aumentan el riesgo de muerte entre los adultos y los menos de edad. De ahí la importancia de fomentar políticas públicas que desincentiven su consumo como el impuesto a las bebidas azucaradas y el etiquetado frontal de advertencia. 

El maestro Joaquín Marrón Ponce, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señalo que México es el principal consumidor de ultraprocesados en América Latina con 214 kg/per cápita, una cifra alarmante si tomamos en cuenta que en 2013 la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dio a conocer a través de un estadio que el país ocupaba el cuarto lugar en ventas de este tipo de alimentos de los 80 países analizados, así como el primer lugar dentro de los países de Latinoamérica. 

"Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 de México se encontró que el consumo de ultraprocesados contribuyeron importantemente a la ingesta de azúcares añadidos, grasas saturadas y calorías, así como a una baja ingesta de fibra", señala El Poder del Consumidor.

De acuerdo a lo señalado, se estima que los mexicanos hemos triplicado las compras de productos ultraprocesados entre 1984 a 2016, lo cual es alarmante ya que su consumo habitual se ha asociado con diversos desenlaces negativos en la salud. En el caso de los niños el consumo de comida chatarra se asocia a dislipidemias, en adolescentes con riesgo de síndrome metabólico y en adultos con sobrepeso, obesidad, diabetes, cáncer y consecuentemente la muerte derivada de enfermedades crónico degenerativas asociadas a la alimentación.

Por su parte, Alejandra Contreras, coordinadora de Campaña de Salud Alimentaria, señaló que es urgente la necesidad de hacer cambios en la alimentación para prevenir las muertes relacionadas al consumo de alimentos ultraprocesados, e incentivar el consumo de alimentos naturales, así como el consumo de agua natural que beneficien la salud y fortalezcan el sistema inmunológico.

Aunque la alerta es clara para México, países como España y Estados Unidos no están exentos del consumo de este tipo de alimentos que no benefician en nada a la salud, pues según estudios de la doctora Hyunju Kim, estudiante de postdoctorado del Departamento de Epidemiología de la Universidad Johns Hopkins, encontró que entre la población estadounidense aquellos adultos que consumían en promedio 4 veces al día productos ultraprocesados, aumentaron en 31% el riesgo de mortalidad. 

Y en España la situación es muy similiar ya que la doctora Maira Bes-Rastrollo, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra, señaló que en 15 años de estudio el alto consumo de productos ultraprocesados (bebidas y cereales azucarados, botana salada, dulces, etc.) definido como 4 porciones diarias se asocia con un 62% mayor riesgo de mortalidad.