10 reglas de etiqueta en la mesa que quizá nunca has aplicado

Sentarse a la mesa y tener buenos modales es quizá una de las acciones que se ha ido relajando con el tiempo. No es lo mismo compartir la mesa con la Reina Isabel II, que con tu suegra o tu propia casa, porque en todos los sitios las reglas cambian sí o sí. No es de extrañarse, que cuando vas a otro lugar te des cuenta de que hay códigos diferentes y conductas que quizá a ti ni por error te habían pasado por la cabeza y eso a veces causa cierta incomodidad. 

A este tipo de protocolo consensuado de cómo hay que comportarse en la mesa, se le llama etiqueta, para hacer alusión a cierto código de elegancia social, que nos indica cierto trato ceremonial, de formalidades y mucha cortesía. En otras palabras, "buenos  modales". Esta práctica también es conocida como  fine-dining y aún se enseña en algunas escuelas de alto prestigio y se les honra sobre todo en muchos establecimientos de alta cocina en Europa y América. 

El fine-dining es pensar en los detalles. Desde como dirigirse, cómo entrar al lugar, el uso correcto de los cubiertos y cómo dirigirte en la mesa para no incomodar a todos los comensales. Y aunque todo esto suene sacado de otro mundo, un poco 'piki', la verdad es que nunca está de más saber que existen códigos y reglas que es mejor conocer y no necesitar, que necesitarlas y no saberlas, por aquello de que nunca se sabe a dónde puede uno ir a parar en esta vida. 

De acuerdo con una consultora formada en Londres, con un ex miembro de The Royal Household of the Queen, las siguientes reglas se pueden seguir para una comida, cena o desayuno elegante, llena de formalidad y protocolos, que te brindan, al menos visualmente, cierto estatus y gracia a la hora de tomar tus sagrados alimentos y sorprender a todos a tu alrededor. Sin embargo, si deseas llevar la práctica a alguno de tus eventos, sugerimos que alertes a tus invitados de que se trata de un evento con CÓDIGO DE ETIQUETA, para que les des oportunidad de prepararse y no pasen un momento incómodo. 

Fine-dining (Reglas de etiqueta) en la mesa

1- No levantes tu carta de la mesa NUNCA

Si se trata de una cena formal, el menú siempre debe de estar tocando la mesa. Si estás mirando el menú, asegúrate de que al menos la parte inferior de él siga tocando la mesa.

2-Beber sólo de un lado del vaso

Selecciona bien de qué lado quieres beber del vaso, porque en cuanto bebas de una parte del vaso, de ése lugar tienes que hacerlo por el resto de la noche, mañana o día. Esto es con la finalidad de evitar formar un contorno de lapiz labial o aceites naturales alrededor del vaso. Además memoriza el lugar donde lo recogiste, porque al final de la velada deberás ponerlo de vuelta ahí mismo. 

3- No choques las copas, ni para tus Instagram stories

No sólo está muy mal visto, porque se trata de una cena muy formal y entre menos ruido haya, mucho mejor. El vidrio podría dañarse, especialmente si se trata de cristalería muy fina.

4- No pidas un tenedor de ostión JAMÁS

Sí, lo sabemos. Aquellos a los que nos sobra barrio, tenemos problemas con los platillos de alta alcurnia, como los ostiones, así que respira, observa y sigue tu lógica: Si no hay un tenedor de ostiones en la mesa, seguramente es porque el ostión ya aflojó y está listo para ser comido. Si por alguna razón el ostión aún está pegado al caparazón, puedes usar un cuchillo para aflojarlo. Además, cuando hayas terminado tu ostión, voltea la concha sobre el plato para indicarle al mesero que has terminado.

5-Mantén el borde de tus platos limpio

Por atención al personal de servicio, que tiene que limpiar y agarrar el borde del plato, procura mantener esta área lo más limpia posible..

6- Coloca los restos en la parte superior izquierda del plato

Por ejemplo, imagina que tenías una cáscara de limón que no querías comer, eso iría en la parte superior izquierda de tu plato, puesto que es la designada para restos, como huesitos, espinas, etc. La inferior derecha es para salsas y mantequilla.

7- A menos de que estés comiéndotelo, mantén el pan en tu plato TODO el tiempo

Eso quiere decir que debes untar con mantequilla el pan mientras todavía está en el plato, pero no tienes por qué untarlo todo a la vez.  Rompe la pieza que planeas comer, pon mantequilla en esa pieza y luego levanta la pieza para colocarla en tu boca. Esto aplica a los bagels, muffins, galletas y otros productos parecidos al pan.

8- Dobla la servilleta con un pliegue hacia a ti antes de ponerla en tu regazo

Las servilletas deben doblarse por la mitad con el pliegue hacia ti. “Nunca limpiamos las manchas, sino rozamos manchas”, dijo. “Y luego cerramos la servilleta y todas las manchas permanecen cerradas en el interior de la servilleta”.

9- ¿Quieres ir al baño? No lo digas NUNCA

Si tienes que ir al baño, discúlpate, pero no digas por qué. A nadie le gusta enterarse de eso y además puede ser mal visto.

10- Deja un bocado en tu plato

Con esta acción demostrarás que disfrutaste la comida, pero que no estabas tan hambriento que limpiaste el plato, lo cual podría interpretarse como que aún tienes hambre o que no había suficiente comida. ]
 

¿Qué tal? ¿Te parece demasiado?  Pues aunque no lo creas, estas son las más básicas, menos estrictas y consideradas reglas, porque en antaño había otras mucho más exigentes que te prohibían estirarte para tomar el salero, jamás emplear los dedos para limpiarse los ojos, no recostar la cabeza sobre el respaldo de una silla o no llamar 'señor o señora' a alguien en casa. Sin embargo, estas normas ya están en desuso y los millenials, como hijos del easy-going y la informalidad, podemos calmarnos y seguir con la vida, a menos de residir en el Palacio de Buckingham o lugares parecidos, claro.