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¿Qué es un itacate y de dónde viene esta popular práctica entre los mexicanos?

Aunque es muy común entre los mexicanos, en ocasiones se desconoce su origen y significado
sábado, 13 de febrero de 2021 · 14:55

"No se te olvide tu itacate", es una de las frases que los mexicanos estamos acostumbrados a escuchar cuando vamos a alguna reunión familiar o con amigos, sin embargo, para algunos extranjeros puede sonar muy extraña e incluso para algunos de nosotros puede no ser tan clara. Aunque en general sabemos a qué hace referencia la palabra "itacate", en ocasiones es posible que se desconozca su origen. 

Es por eso que a continuación te contamos un poco de la historia sobre esta particular práctica mexicana para que la próxima vez que alguien te ofrezca un itacate sepas exactamente a qué se refiere. 

¿Qué es un itacate?

Lo primero que hay que tener en claro es que la palabra "itacate" proviene del náhuatl "itacatl", la cual se usaba para hacer referencia a una especie de morral pequeño que era muy usado por los pueblos mesoamericanos para facilitar el transporte de sus alimentos, en especial cuando realizaban grandes viajes fuera de casa. 

Después de la llegada de los españoles, esta práctica siguió vigente entre los campesinos, quienes usaban este tipo de morrales para transportar sus alimentos en sus largas jornadas de trabajo en el campo. Incluso los mineros hacían uso de los itacates, ya que pasaban largas jornadas de trabajo dentro de las minas, por lo que necesitaban llevar algunos alimentos como tlacoyos o los famosos pastes.

A la fecha, el itacate es una de las formas más típicas para llevar algo de comida a la escuela o la oficina, aunque con el paso del tiempo el morralito fue sustituído por loncheras. Pese a que en las grandes ciudades no se suele usar un morral para transportar comida, la palabra "itacate" se mantuvo vigente, por lo que es una de las frases más comunes de escuchar durante las fiestas o las reuniones familiares en donde se sirven diversos platillos. 

El itacate tiene dos funciones sociales muy especiales y arraigadas en la cultura mexicana. La primera de ellas es cuando uno de los anfitriones de la fiesta o la reunión ofrecen a sus invitados un itacate, ya que esto es una muestra de generosidad para que sus invitados puedan disfrutar de las preparaciones que se sirvieron y sobre todo si es que la comida de ese día fue mucha y no se podrá consumir por la familia anfitriona, por lo que también es una forma de evitar desperdiciar alimentos.

La segunda de las funciones del itacate es la de alabar a los anfitriones o la familia organizadora de la fiesta, ya que cuando uno de los invitados pide un itacate, es una forma casual de elogiar la buena sazón de quien o quienes elaboraron los platillos que se sirvieron ese día. Por lo general se suele decir "¡qué bueno estuvo!, ¿me vas a dar un itacate?" como una forma cortes de alabar la buena comida y de paso llevar un poco a casa.