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Zacahuil, conoce la peculiar historia del tamal más grande

Esta tradicional preparación huasteca tiene un origen bastante macabro
miércoles, 9 de septiembre de 2020 · 18:50

El zacahuil es uno de los platillos más emblemáticos de la cultura huasteca, y al mismo tiempo uno de los que más llaman la atención de los visitantes de la región, ya que esta peculiar preparación es muy parecido a un tamal gigante que puede llegar a alimentar hasta a 70 comensales. Además este platillo puede llegar a medir hasta metro y medio de largo, con un peso que rebasa los 20 kilos, por lo que debe ser preparado entre varias personas. 

¿Qué es el zacahuil?

"Bocado grande", eso es lo que significa la palabra náhuatl zacahuili o zacahuil, misma que cuenta con otras connotaciones como zacate o con sabor a zacate. Este peculiar tamal está elaborado con masa martajada de consistencia aguada, relleno de trozos de carne como pollo, guajolote o cerdo, el cual después es envuelto con hojas de plátano o papatla, y finalmente amarrado con mecate grueso para llevarlo a cocinar en un horno de leña o en un horno cavado en la tierra.

La macabra historia detrás del zacahuil

Si bien parece que es toda una delicia de la huasteca (y en realidad lo es), su preparación tiene un origen bastante macabro proveniente de la época prehispánica. De acuerdo a la leyenda, se dice que por el año 1468 cuando Moctezuma era el gobernador de Tenochtitlán, designó a un mayordomo de nombre Quimichtlin como encargado de ir a recolectar los tributos provenientes de la huasteca, quienes se encontraban bajo el mando de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan. 

Quimichtlin recorría mucho camino para lograr su encargo, sin embargo, durante sus trayectos se aprovechaba de su posición y abusaba de todas las jóvenes mujeres que se cruzaban en su camino. Después de un tiempo y tras la derrota de los mexicas, los huastecos lograron la captura de Quimichtlin, con el fin de cobrar venganza por todas las atrocidades que este había hecho por muchos años.

Después de asesinarlo, los huastecos lo envolvieron en una masa martajada y enchilada que habían realizado en un metate y después lo cubrieron con una hojas de plátano para después llevarlo a un hoyo que cubrieron con piedras para que fuera cocinado. Una vez que estuvo listo, el zacahuil fue cortado y repartido entre las mujeres que habían sufrido del abuso del mayordomo, pues con esto se creía que se hacía justicia y sobre todo las mujeres que habían sido abusadas quedaban limpias.

Se dice que después de comerlo, las mujeres en tono festivo gritaban "tlanque cualantli", lo que significaba que se había acabado el problema. Desde entonces, el zacahuil se preparaba cada que se capturaba a un violador o a un prisionero de guerra, sin embargo, tras la llegada de los españoles, los frailes pidieron que mejor se cocinara con carne de animal en lugar de carne humana, lo que dio paso a lo que hoy conocemos como el tradicional zacahuil de la huasteca. 

En la actualidad, este platillo es muy popular en las fiestas del pueblo, así como en grandes celebraciones como XV años, bautizos, bodas, funerales y hasta en uno que otro cumpleaños, o bien para deleite de los cientos de turistas que cada año visitan la zona, y que por sus dimensiones se ha ganado el nombre del tamal más grande del mundo.