¿Por qué los chilaquiles son tan importantes para los mexicanos?

No importa si son rojos o son verdes, los chilaquiles son un platillo tradicional de México que usualmente se consume durante el desayuno, solos o acompañados con huevo o pollo, y si eres mexicano, probablemente con salsa extra, pero ¿por qué son tan populares e importantes para nuestra cultura? La primera respuesta es obvia, el sabor que tiene este platillo resalta con ingredientes muy sencillos y típicos del país.

Por un lado está la estrella del platillo, las tortillas hechas con base en masa de maíz nixtamalizado, doradas en aceite o en comal con el fin de endurecerlas y cortadas típicamente en triángulos o cuadrados, bañadas con una salsa cocida, sea roja o verde, que regularmente no tiene tanto picante, aunque esto varía según quién lo prepare y para ello se ocupa el chile serrano, que da un picor sin llegar a ser extremo.

Como desayuno es una excelente fuente de energía, pues contiene proteína ya sea del pollo deshebrado, la costilla o carne de res picada, un huevo estrellado o revuelto o bien, en versión vegetariana puede sólo incluir queso y crema, además de cebolla cruda finamente picada y en algunos casos también un poco de cilantro. Los chilaquiles se comen con un trozo de pan o bolillo y todo en conjunto resulta una delicia al paladar, pero aquí no se agota la respuesta.

La historia de los chilaquiles

El origen del platillo es aún desconocido formalmente, aunque su historia se desprende de su nombre, el cual proviene del náhuatl. Una versión apunta a que deriva de chilaquili, que se divide en chil, "chile" y, aquili, "estar dentro de algo", lo que en conjunto sería "sumergido en chile"; sin embargo, la Real Academia de la Lengua Española proviene de chilli, "chile", atl, "agua" y quilitl, "hierba comestible".

Lo que se sabe es que la receta originaria se vincula con la cultura prehispánica y pudo haberse concretado a como la conocemos hoy tras la llegada de los españoles a México, pues se integraron alimentos como la cebolla o el queso y otros productos de origen animal que hemos mencionado. Por ejemplo, el misionero franciscano Alonso de Molina menciona en su Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana la salsa de chile.

En este texto detalla que la salsa típica de los nativos era llamada chilmulli, que significa "salsa de chile" y que se aprovechaba para bañar tortillas endurecidas del día anterior con el fin de suavizarlas. No obstante, la receta ha variado tanto en su preparación que ahora la encontramos en diferentes opciones, desde los chilaquiles rojos, los verdes, tapatíos, en salsa de chile guajillo o morita, y hasta presentada en una pizza, la torta de chilaquiles o ¡hasta rellenos!

La preparación es sencilla, es económica, deliciosa y además, muy "llenadora", por lo que su receta forma parte de la cultura de los mexicanos desde hace al menos 200 años que hemos aprendido a prepararlos en casa y a disfrutarlos después de una buena fiesta para recuperar energía, en el desayuno familiar o para celebrar las fiestas patrias con sus colores típicos. No es de extrañar, que hoy los chilaquiles sean un tema popular y que los mexicanos tengan un debate sobre cuál es su favorito.