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Mercado de Dulces y Artesanías de Morelia celebró 52 años de tradición
El Mercado Valentín Gómez se encuentra enclavado en el Centro Histórico de Morelia, considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad
El Mercado Valentín Gómez, comúnmente conocido como Mercado de Dulces y Artesanías de Morelia, celebró este lunes 52 años de historia y tradición al ofrecer una gran variedad de productos mexicanos a los habitantes de la localidad y a turistas que visitan la capital de Michoacán. Fundado el 14 de septiembre de 1968, el mercado formaba parte de lo que era el Colegio de los Jesuitas, hoy Palacio Clavijero.
El espacio ubicado sobre la calle de la que recibe su nombre oficial, en el Centro Histórico de la ciudad, destaca como un atractivo turístico de la capital michoacana, gracias a la gama de dulces elaborados artesanalmente y que ostentan atractivos colores y presentaciones, entre los que se encuentran las morelianas, los chongos zamoranos, ates, frutas cristalizadas, rompopes, cocadas, dulces de leche, obleas y chocolate de metate, entre otras grandes opciones.
El típico Mercado de Dulces y Artesanías de Morelia es también un pintoresco espacio que se ha vuelto parada obligada para los que visitan el estado, ya que con el paso del tiempo ha crecido y hoy cuenta con 150 locales comerciales y una extensión de dos mil 170 metros cuadrados, en los que se encuentran no sólo la enorme variedad de dulces, sino también artesanías típicas de la región como los "viejitos".
El mercado más dulce de Morelia
Los conocidos arcos del mercado "más dulce" de la capital michoacana se embellecen en las calles del Centro Histórico de Morelia, el cual fuera inscrito en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) desde el 12 de diciembre de 1991, ya que es la ciudad que cuenta con más edificios catalogados como monumentos arquitectónicos en el país.
Asimismo, la gastronomía moreliana es una de las más ricas del país, pues cuenta con una herencia colonial que resalta los sabores de sus platillos típicos y, en especial, de sus postres y dulces, por lo que además del Mercado de Dulces y Artesanías, la ciudad cuenta con un Museo del Dulce, donde se hace honor a los más de 300 dulces tradicionales de la región, un agasajo para el paladar.
