Expertos prueban baya de açaí como posible tratamiento contra el Covid-19

Originaria de América Central y de América del Sur, las bayas açaí son el fruto de una palmera que crece hasta 30 metros de altos y suele desarrollarse muy bien sobre terrenos húmedos. Por su alto contenido de antioxidantes y nutrientes, estas bayas son consideradas uno de los superalimentos, al igual que semillas como la chía o la quinoa, por lo que algunas comunidades de Brasil o consumen desde hace siglos. 

En los últimos años, las bayas açaí han ganado relevancia en todo el mundo, ya que cuenta con diversos beneficios para la salud la regeneración de la flora intestinal, ayuda a la absorción de nutrientes, limpieza de toxinas y radicales libres, realentiza el envejecimiento prematuro, y por su puesto por sus grandes propiedades antiinflamatorias. En especial, esta última es la que ha llamado la atención de los especialistas. 

Michael Farkouh y su colega Ana Andreazza, de la Universidad de Toronto, Canadá, han examinado durante los últimos 5 años los efectos que producen las bayas açaí en la respuesta inflamatoria, por lo que decidieron llevar sus estudios más allá al poner a prueba su eficacia contra la enfermedad de Covid-19, la cual ha cobrado miles de víctimas en todo el mundo desde el inicio de la propagación del virus. 

En sus declaraciones para AFP, Michael Farkouh, señaló que "es una prueba simple" ya que "las bayas de açaí son económicas y están fácilmente disponibles para todos, son seguras, así que vale la pena intentarlo". Lo anterior, luego de que diversos estudios comprobaran que los extractos de esta baya sí pueden reducir la inflamación, por lo que se espera que de ser útil un tratamiento con las estas bayas en etapas tempranas, se podrían evitar los síntomas más dañinos relacionados con el virus del Covid-19. 

Para su investigación, los expertos canadienses, reclutaron a 580 personas que habían dado positivo a las pruebas del Coronavirus en Canadá y Brasil, países en donde se cultiva la palma de açaí, administrando a la mitad de los pacientes una dosis del fármaco en investigación y a la otra mitad se le suministró un placebo. Se espera que este estudio dure un lapso de 30 días, después de los cuales se darán a conocer los resultados obtenidos, los mismos que serán revelados a finales de este 2020.