Cafeterías y restaurantes
Emblemático Café Trevi cierra sus puertas tras resolver conflicto legal
En las mesas de "La Trevi" se han sentado personajes como El Che Guevara y Fidel Castro
El emblemático Café Trevi, ubicado en Colón 1 a un costado de la Alameda Central de la Ciudad de México, cerrará sus puertas luego de llegar a un acuerdo en el litigio que se inició hace más de dos años por el Edificio Trevi entre los propietarios, comerciantes e inquilinos que ocupaban el espacio.
Dicho acuerdo se establece el pago de la indemnización a las personas que, a través de la vía legal, pidieron prioridad en la compra-venta de los departamentos y locales que han ocupado por años en dicho edificio. El conflicto legal inició en 2018 cuando se creó el fideicomiso 2476/2017, en el que es fiduciaria Banca Mifel, para adquirir el inmueble y establecer ahí oficinas coworking y otros comercios.
Desde entonces, los dueños del Café Trevi y algunos inquilinos del edificio mantuvieron una lucha para que les permitieran seguir laborando, ya que desde el 19S se les notificó que el edificio en el que se encuentra un Art Déco, fue vendido y pretendían hacer unas oficinas y un hotel boutique, sin muchas opciones, los vecinos y locatarios formaron un frente para evitar que los desalojaran y seguir con la tradición.
En sus mesas, ambientadas en los años 50, han pasado personajes como El Che Guevara y Fidel Castro, varios políticos y artistas, además ha sido locación de películas como Matando Cabos y la serie Narcos. El encargado del restaurante, que tiene un menú de comida italiana y mexicana, Julio César Castillo, dijo a inicios de 2019 al Heraldo de México, que sería un crimen borrar 64 años de historia, sólo por la gentrificación.
La Trevi como la conocen sus clientes asiduos, es una sobreviviente de terremotos, ya que cuando el del 85 fue uno de los únicos negocios que no tuvieron daños, pero sí sufrió el miedo que sentían las personas, ya que enfrente del lugar se encontraba el Hotel Regis que no resistió el movimiento.
La Cafetería fue fundada por un italiano llamado Franco Pagano, quien decidió darle un toque clásico, y desde ese momento José Luis Dávila de tan sólo 16 años y tío de Julio empezó a trabajar ahí.
Con información de Nayely Ramírez Maya
