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¿Por qué las carnes vegetales se están consumiendo más con la pandemia?

La pandemia de Covid-19 ha afectado en distintas formas a la población, aunque la industria de las carnes vegetales se ha visto beneficiada
jueves, 18 de junio de 2020 · 14:58

Las carnes vegetales son las también conocidas como carnes veganas, preparadas con base en proteína proveniente de productos vegetales como el tofu, el seitán, el tempeh o la soja texturizada, las cuales se producen para dar una alternativa a las personas que buscan disminuir y evitar su consumo de carnes animales. Su consumo se ha popularizado en las últimas décadas, aunque la pandemia potenció sus ventas.

Por una parte, su consumo ha aumentado gracias a que existe un mayor número de opciones que antes, cuando se conocía principalmente la producida con base en soya, que presenta un aspecto similar al pan de color tostado, o al tofu, que tiene una consistencia dura o blanda, suave o mixta. Ahora existe también el seitán, cuyo valor nutricional resulta importante, pues se trata de la carne vegetal que aporta mayor cantidad de proteínas, no tiene colesterol ni lactosa y además es muy bajo en calorías y grasas.

Otra carne vegetal que se ha popularizado es el tempeh, proveniente de Indonesia, la cual se produce a través de la fermentación de habas de soya y con la cual se obtiene mayor número de proteínas, fibra y vitaminas que su producto original, además de que tiene un sabor más marcado que el tofu y una textura más firme.

Factores que aumentan el consumo de las carnes vegetales

Covid-19 y productoras de carne

De acuerdo con la empresa de encuestas norteamericana Nielsen, las ventas de carnes vegetales aumentaron un 264% en nueve semanas en Estados Unidos, cifra que explotó en marzo, cuando se registró un aumento del 279% en la segunda semana del mes, lo que significa un aumento de 25.7 millones de dólares para esta industria; mientras que la venta de productos de carne fresca en el mismo país sólo aumentó un 45% en el mismo periodo, lo que significa 3.8 millones de dólares.

Esto a pesar de que la producción de productos cárnicos disminuyó un 28% según la Administración de Alimentos y Medicamentos de ese país. Estas cifras resultan impactantes dado que la población estadounidense es una de las mayores consumidoras de carne en el mundo, y que en parte se explica a que los mayores empacadores de carne en ese país han sido afectados por la aparición del nuevo coronavirus Covid-19.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informaron que al menos 20 trabajadores de plantas procesadoras de carne han muerto por esta enfermedad; mientras que una de las mayores productoras de carne en ese país, Tyson Food, tuvo que cerrar sus puertas en sus plantas de Iowa donde se reportaron 160 casos positivos y en Smithfield, Dakota del Sur donde hubo más de 500 casos confirmados.

Sacrificio de animales y distanciamiento social

Aunque es un tema del que casi nadie quiere hablar, el faenado o sacrificio de animales forma parte de la industria cárnica, y quienes se dedican a ello regularmente viven en condiciones míseras. La mayoría de los trabajadores contratados para esta labor tienen que viajar hacinados y no les son provistos medios de prevención como cubrebocas, batas o gel de manos, por lo que es más posible el contagio de Covid-19 entre ellos.

Aunado a esto, su trabajo del faenado dificulta mantener el distanciamiento físico entre los trabajadores. En este escenario, Tyson Foods alertó que "millones de libras de carne" desaparecerían debido a los cierres de las plantas procesadoras, por lo que tanto las plantas de carne como granjeros sacrificaron a millones de vacas, cerdos y pollos para luego ser desechados debido a que no se podían vender para consumo humano.

Por todo este contexto, la carne de animales ha sido menos consumida y vendida en Estados Unidos, aunque el consumo de la carne vegetal también está ligada a una mayor conciencia, no sólo sobre el sufrimiento animal, sino también sobre el cambio climático, dado que la producción de carne es la principal fuente de generación de metano, el segundo gas responsable del cambio climático que ya estamos viviendo, según investigadores de la Universidad de Oxford.