Coronavirus

Servicio a domicilio salva de la "muerte" a restaurantes

El servicio a domicilio de comida es una posible ventana hacia la viabilidad de muchos restaurantes
lunes, 1 de junio de 2020 · 16:13

Si hablamos de que esta crisis ha hecho un daño de consecuencias imprevisibles en el sector de restaurantes, de alguna manera, el cliente, el consumidor ha pasado a un lugar casi secundario. Muchos de los restaurantes ante la gravedad de la situación, y ante la incertidumbre del futuro del sector, han optado por mantener la actividad y aportar por el servicio take away o servicio a domicilio.

Esta nueva actividad lleva años funcionando, pero muchos de los restaurantes han entendido el desempeño de este servicio como una actividad residual de generar negocio, quizás nadie pensaba en una situación como la que actualmente se está generando.

Ante una Europa que vuelve a la nueva normalidad, y un anticipo de los marcos regulatorios que intentan garantizar la salubridad del servicio restaurantero, los indicios van hacia una limitación de los aforos máximos, imposición de distancias mínimas entre mesas en las terrazas, y una previsible pérdida de ingresos que puede generar unas pérdidas superiores al 30% de los ingresos medios habituales en los negocios.

La situación hace que el take away se haya situado en un mecanismo capaz de contrarrestar las pérdidas e incluso generar los ingresos que compensen estas potenciales pérdidas.

Sin embargo, habrán podido observar que no todos los restaurantes se han puesto las pilas, ante la nueva situación, perfilando los detalles que garanticen un buen servicio al cliente, que aunque satisfaga la asistencia física al restaurante y disfrutar el servicio directo de la comida recién elaborada, pueda aportar la calidad y disfrute suficiente que pongan en un nivel óptimo la comida disfrutada a distancia.

Los factores que garantizan la satisfacción al cliente son los siguientes, entre otros:

Un servicio efectivo que capte las necesidades del cliente. No siempre resulta fácil la lectura digital de una carta, por lo que es muy importante que el restaurante disponga de un servicio que conozca todos los detalles y entresijos de los platillos ofertados en la misma. Si el cliente presenta alguna limitación alimenticia (producto de una alergia o intolerancia alimenticia, deseo espiritual o de otro tipo de no consumir ciertos alimentos, etc..). Por ejemplo, un cliente que pida una recomendación de Ramen y que no consuma cerdo, y que se le ofrezca un platillo que al final contenga este alimento. O una persona alérgica a los frutos secos, al que se le recomiende un platillo que pueda contravenir no sólo los deseos del cliente, sino que pueda provocar daños graves en su organismo. Un primer contacto con alguien que muestre profesionalidad y empatía con el cliente es un valor añadido del servicio que se preste.

Rapidez y agilidad en la preparación de los platillos, siempre en las condiciones necesarias que permitan disfrutar del platillo o bebidas elegidas tanto en calidad como en temperatura adecuadas. Tanto la comida como la bebida deben llegar al cliente a temperatura adecuada para un consumo directo, lo contrario puede suponer una perdida de oportunidad de oro para que el cliente pueda quedar satisfecho.

El packaging elegido. Son muchos los restaurantes que se afanan porque el servicio de comida llegue en orden, sin que la comida lleve con una estética diferente a la de la presentación del platillo que se le haría al comensal en una situación habitual en el propio restaurante. No me imagino, con independencia del restaurante del que estemos hablando que al cliente se le presentara una ensalada sin un mínimo criterio de unidad u orden, o dicho de otro modo como si antes de llegar a la mesa la hubiera picoteado un pollo. Pues así, es como algunos platillos llegan al comensal, con el servicio take away, cuando el restaurante muestra desidia o falta de interés en este servicio.

El pago de propinas es voluntario y máxime cuando el servicio de transporte viene cobrando directamente al cliente. Resulta cuando menos sorprendente leer como algunas plataformas de servicio a domicilio (no voy a decir nombres porque mi comentario afecta a todas ellas) se solicita un esfuerzo al cliente final para pagar una propina adicional al conste del servicio contratado. Cuando menos parece poco ético.

Todos: clientes, plataformas de transporte a domicilio (si las hubiera) y restaurante debemos ser conscientes de que el día después, será muy diferente a la situación previa al comienzo de la pandemia. El servicio de reparto a domicilio puede ser el futuro  que garantice la vida de muchos negocios restauranteros, es por ello, que el invertir por hacer de este servicio un adalid de calidad puede resultar más rentable que los ingresos por comidas directamente ofrecidas en las instalaciones del restaurante.