En esta ocasión, la celebración de Año Nuevo tendrá que ser muy diferente a lo que estamos acostumbrados. La pandemia por COVID-19 es un suceso que hemos tenido que compartir con el mundo y que nos ha obligado a permanecer en nuestros hogares el mayor tiempo posible y apartarnos de nuestros seres queridos y amigos. Sí, este año el festejo será muy diferente, ¡pero eso no tiene que ser necesariamente algo malo!

Esta puede ser la ocasión ideal para explorar otros países y culturas de maneras novedosas: desde la cocina y con el paladar. En esta ocasión, GastroLab te comparte cinco tradiciones gastronómicas para Año Nuevo que se viven en países lejanos. 

Y quién sabe, tal vez esta temporada te toca conocer algunos de estos lugares desde casa... pero en algunos años podrías visitarlos y celebrar como un auténtico conocedor.

¿Listo para comenzar el viaje?

Grecia: Vasilopita

Nuestra primera parada es en esta región de islas tranquilas y océanos profundamente azules. Aquí, una tarta hecha a base de leche, levadura, huevos, manteca, harina, azúcar y almendras; es la tradición gastronómica que bendice la casa y atrae la buena suerte para el año entrante.

La tradición dicta que, en el interior del también llamado pastel de San Basilio, debe colocarse una moneda y que aquel que reciba la porción que la contenga será el más afortunado del hogar. 

La Vasilopita se prepara en honor del santo al que debe su otro nombre, quien es famoso por hacer que las mujeres de su iglesia cocinaran estas tartas especiales con monedas dentro para dársela a los pobres y los necesitados sin que ellos tuvieran que mendigarlo en esas fechas.

Estados Unidos: Hoppin´John 

Nuestro siguiente recorrido en el país vecino nos lleva a conocer la tradición culinaria más común en el sur de Estados Unidos. Se trata de un plato de guisantes verdes con sabor a cerdo o guisantes negros (que simbolizan monedas) y arroz. Es probable que ya lo hayas visto en una que otra película y lo recordarás porque usualmente es servido con col u otras verduras verdes cocidas y pan de maíz. Se dice que el platillo trae buena fortuna para el año entrante, no por nada los colores predominantes del Hoppin´John son los de los billetes y el oro, verde y dorado,

Contrario a lo que te estás imaginando, esta receta en realidad tiene raíces en las tradiciones africanas y de las Antillas. Fueron los esclavos que fueron llevados a Norteamérica quienes llevaron el platillo a este país para que en 1847 se le diera el formato que hoy en día se conoce.

Países Bajos: Oliebollen

Bienvenidos al lugar donde se pueden comer “bolas de aceite” sin remordimiento. En Holanda, Dinamarca y algunas zonas de Alemania, este platillo es una de sus más antiguas tradiciones, pues era una forma de festejar el solsticio de invierno, durante Júl, cuando el dios de las tribus germanas subía al cielo junto a una cohorte de demonios. 

Estos bollitos de masa de harina, agua, levadura, sal y leche; eran la comida ideal para que las tribus no murieran de frío debido a los extremosos climas de esta región.

Venezuela: Hallaca

Antes de que pienses que estos alimentos son tamales, te pediremos que no te equivoques. Es cierto que en esta ocasión estamos visitando América Latina pero no todo son tamales oaxaqueños. Ésta, en realidad es una masa de harina de maíz pero a diferencia de las que conocemos en México, están rellenas de caldo de pollo, achiote, relleno de carne, aceitunas, alcaparras, pasas y cebolla. 

Se sabe que el plato es el resultado de una triple herencia indígena, española y africana, aunque muchos aseguran que los indígenas la crearon con sobras que obtenían en las casas de las familias españolas o "mantuanas". Y aunque este es un manjar los 365 días del año, al que escritores y poetas le han dedicado incluso uno que otro trabajo, las hallacas no pueden faltar en las mesas de Año Nuevo del pueblo venezolano. 

Italia: Cotechino con Lenticchie 

Y este tour mundial lo cerramos en la tierra de muchas maravillas gastronómicas como la famosa pizza, un platillo que aunque es la estrella mundial de este país, opaca a muchas otras delicias como lo es el Cotechino con Lenticchie o cerdo con lentejas. 

Los italianos celebran la víspera de Año Nuevo con La Festa di San Silvestroe y al servir este platillo se cree que las lentejas dan buena suerte porque parecen monedas, por lo que se interpreta como una manera de atraer  la fortuna.

El origen del consumo de este platillo se remonta a los celtas, quienes al encontrarse debajo de un muérdago abandonaban sus armas para comenzar a comer legumbres. Situación que ahora remite a los deseos de abundancia y fortuna para quien lo consume. Aunque existe otra versión, la cual cuenta que fueron los antiguos romanos quienes iniciaron con la costumbre de regalar una bolsa de cuero con un puñado de lentejas como símbolo de prosperidad y riqueza para todo el año.