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Conoce cuáles son los postres típicos de la temporada y cómo maridar tu cena navideña

Con la ayuda del chef Israel Aretxiga e invitados especiales, haz de estas fiestas algo especial con preparaciones increíbles
sábado, 12 de diciembre de 2020 · 15:13

Este fin de semana, el chef Israel Aretxiga (@israelaretxiga), en su programa radiofónico GastroLab del Heraldo de México y en compañía de invitados especiales, hacen un recorrido por las mejores preparaciones nacionales e internacionales. Además de hacer un recorrido por las últimas publicaciones de Gastrolab en el diario impreso de El Heraldo de México. 

La especialista en gastronomía, Miriam Lira, nos platicó sobre el proyecto gastronómico ‘Cuina’, a cargo del chef español Xano Saguer y de la pastry chef Fernanda Prado, quienes planean darle el espacio que se merece a la repostería, uno de los grandes olvidados de la cocina nacional e internacional, pero que en los últimos años han logrado ganar terreno en el mundo de la gastronomía.

 

“Va a ser un sitio en donde la pastelería y la repostería va a acaparar toda la atención de este lugar. Por ahora, solo se encuentra en funcionamiento de forma parcial por la pandemia, pero muy pronto podrá funcionar como un restaurante, espacio de eventos y una escuela de repostería”, aseguró Miriam Lira.

Tronco navideño y romeritos, los platillos que enmarcan la Navidad

Con la llegada de la tan esperada temporada navideña, también llegan con ella una gran variedad de preparaciones que solo de verlas se nos antojan. El tronco navideño y los romeritos son dos de las grandes preparaciones que no pueden faltar en esta temporada, aunque son muy diferentes entre sí, ya que uno es una receta dulce y la otra un platillo fuerte, ambas tienen una gran historia detrás que las hace destacar. 

En el caso del tronco navideño, se trata de una tradición Celta en la cada familia tenía que salir en busca de un tronco de árbol enorme, ya que se tenía la creencia que los robles tenían poderes curativos, por lo que eran los preferidos por su madera dura y muy resistente. El tronco elegido tenía que ser muy abundante para que al ser quemado su llama durara por varios días. 

Una vez que se seleccionaba el tronco, este era decorado con hojas, cintas de colores y pintura, para después ser quemado como símbolo de prosperidad, protección y buena fortuna. Con la llegada del cristianismo, esta tradición comenzó a transformarse, ya que en lugar de cortar un gran árbol, se pidió que se sustituyera por una tradición un poco más dulce y menos “agresiva” con la naturaleza, dando como resultado el tronco navideño que ahora conocemos. 

Por su parte, los romeritos que también forman parte de las preparaciones tradicionales de la temporada decembrina, tienen su origen en los conventos mexicanos. Para su elaboración, las monjas combinaron todos los elementos que lograron tener a la mano, tanto mexicanos como españoles, de ahí que en un inicio fuera llamado como “revoltijo”, ya que mezcla papas, nopales, camarones y por supuesto el mole y los romeritos. 

A la fecha, no se sabe con exactitud cuándo comenzó a servirse en las fiestas navideña, sin embargo, se cree que al ser un plato sin carne, encaja de forma perfecta con los días de vigilia en Semana Santa y la Nochebuena, por lo que funciona como una entrada ligera antes de la llegada del gran festín de Navidad, eso sin contar que es una de las recetas deliciosas que no pueden faltar en la mesa. 

Postres navideños, los más esperados de la temporada

La chef Marina Guzmán, esta semana compartió con la audiencia algunos de los datos curiosos y la historia de los postres navideños más esperados de la temporada, aunque algunos no sean del agrado de muchos por su sabor un tanto intenso que genera que casi siempre se queden en el plato, tal es el caso del famoso fruit cake, el cual año con año se queda en la mesa y que ha generado algunas bromas a su alrededor. 

El fruit cake o pastel de frutas, como también se le conoce, es uno de los postres navideños menos apreciados. Este tiene su origen en la antigua Roma, donde era elaborado con piñones, pasas y granada, pero durante la Edad Media comenzó a añadirse miel de abeja, especias y frutas, aunque su consumo no estaba relacionado con la Navidad sino con la temporada de las cosechas.

Los campesinos solían preparar este postre con frutos secos, el cual era consumido como una especie de ritual para que el siguiente año fuera una buena temporada para las cosechas. Fue hasta el siglo XVIII que su consumo se redujo debido a lo costo de sus ingredientes, por lo que solo era elaborado en Navidad. Una vez que este llegó a América, los costos se redujeron gracias al cultivo del azúcar de caña que se usó como sustituto del azúcar. 

El panettone, es otra de las grandes preparaciones de esta temporada, el cual se trata de un tipo de pan muy alto que llega a medir cerca de 30 centímetros. Su historia tiene algunas variaciones siendo la más famosa la que señala que en el año 1470, la corte de Ludovico El Moro, celebraba una gran cena llena de platillos diversos, pero al buscar el postre notó que se había quemado por lo que hubo un momento de tensión en la cocina. 

Por fortuna, Antonio, el lavaplatos del lugar, había recolectado todas las sobras de pan, las cuales amasó para formar un pan dulce que pudiera llevarse a casa. Lleno de fruta confitada y mantequilla, Antonio ofreció su pan como sustituto del postre, el cual fue todo un éxito y al no tener un nombre para su preparación esta fue llamada “Pane de Toni”, que con el tiempo se transformó a Panettone. 

Las galletas de jengibre, tienen una historia muy particular que comienza en Inglaterra, donde la reina Isabel I mandó a hacer unas galletas en formas humanas que se parecieran a los integrantes de la familia y sus acompañantes. Con el paso de los años, estas galletas se fueron popularizando por las historias de Hansel y Gretel, así como algunas referencias en el cine que las hicieron una receta típica de Navidad. 

¿Qué se come en Navidad y cómo maridarlo?

En la sección “del vino a la palabra”, con el sommelier, Sergio Ibarra, destacó los platillos más importantes de la temporada Navideña y los mejores vinos que podemos utilizar para maridad estas preparaciones y exaltar todos sus sabores con un toque muy especial. En esta ocasión, nos centramos en las preparaciones clásicas de europa, y aunque no son tan conocidas en nuestro país, son una verdadera delicia para variar un poco el menú de este año. 

Las sopas son los platillos más complicados de maridar, ya que se trata de dos preparaciones de temperaturas completamente diferentes, por lo que es importante poner atención en la clase de vino que se puede servir con ellos. Los vinos de alto grado alcohólico como La Manzanilla son una buena opción para llevar a la mesa si estás planeando servir algún tipo de sopa. 

Para los platos más fuertes como el lechón o el cordero, un vino tinto de crianza o un rioja, los cuales logran tener una gran cuerpo para elevar todos los sabores de la carne. En el caso de los pescados o un bacalao, este se puede maridar de forma perfecta con un vino blanco fermentado en barrica, ya que se trata de una preparación suave y muy especiada que necesita de vinos con toques más frutales o suaves a la suavidad. 

En el caso de los platillos mexicanos los romeritos se pueden maridar con un vino espumoso, ya que este puede ayudar a limpiar el paladar para darle entrada a las siguientes preparaciones, e incluso este tipo de vino se puede llevar bien con cualquier tipo de preparación con mole. Si se habla de una preparación como un costillar de cerdo en adobo, la recomendación es maridar con un vino Roganto. 

Los postres también se pueden llevar bien con un vino, tal es el caso de la ensalada de manzana que puede combinar con un vino como el syrah, que puede llevarse muy bien con una carne de cerdo, res e incluso algunas aves. Si decides cocinar un pavo adobado con un relleno de frutos secos, su mejor acompañante será un malbec o un merlot.