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Investigan efectividad de gotas anti Covid-19 hechas con yema de huevo
Se espera que los anticuerpos de estos animales puedan proteger a las personas con mayor riesgo de infección al ingresar a espacios concurridosCon más de 61 millones de casos activos de Covid-19 en todo el mundo, diversos grupos de científicos buscan alternativas viables para frenar esta veloz pandemia. Y aunque las vacunas son la opción por la que la mayoría apuesta, otros tratan de hallar soluciones en tratamientos novedosos, tal como es el caso de unas gotas nasales que contienen anticuerpos de pollo contra el SARS-CoV-2, las cuales podrían ofrecer protección temporal contra el coronavirus.
Este ensayo clínico realizado en Australia por la Universidad de Stanford, espera que los anticuerpos de estos animales puedan proteger a las personas con mayor riesgo de infección durante varias horas al oler las gotas nasales antes de ingresar a cualquier espacio concurrido, como un espacio laboral, escolar o de transporte.
De acuerdo con la Doctora Daria Mochly-Rosen, la química de proteínas de Stanford que encabeza el proyecto, existe una gran oportunidad en este tratamiento, motivo por el cual también se desarrollan a la par aerosoles nasales.
¿Cómo se está desarrollando la investigación?
El enfoque de la universidad se basa en anticuerpos recolectados de las yemas de huevo de pollos inmunizados con la espiga de la proteína de superficie del SARS-CoV-2. El proyecto consiste en que los investigadores inyecten la proteína en el pecho de los pollos, los cuales desarrollan una respuesta inmune vigorosa, que incluye poner huevos que contienen anticuerpos contra la proteína del coronavirus. Posteriormente se recolectan los anticuerpos, una variedad distintiva de pollo llamada inmunoglobulina Y (IgY), de las yemas y formulan las gotas nasales.
Para evaluar la seguridad de esos anticuerpos administrados por vía intranasal y cuánto tiempo persisten en la nariz, el equipo tiene planeado probarlos las gotas nasales cargadas de anticuerpos en hámsters expuestos ligeramente al coronavirus.
“El concepto, en principio, tiene sentido, pero hay un par de cuestiones en las qué pensar, como cuánto tiempo durarán los anticuerpos de pollo antes de que se degraden o si los humanos desarrollarán una respuesta inmune contra ellos”, mencionó Michael Diamond, clínico de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis.
Por su parte, la doctora Mochly-Rosen afirmó que la llamada “vida media” o degradación natural del anticuerpo en la nariz no es lo que limitará el tiempo que podría proteger a una persona, sino la rapidez con la que la nariz limpia el material que se le ha introducido. Ella señala que esto se debe a que los humanos tragan más de 1 litro de moco cada día.
Por otro lado, esta idea no carece de precedentes, ya que existen ensayos clínicos que intentan probar que hacer gárgaras con soluciones de IgY podría proteger a los pacientes con fibrosis quística de una infección del tracto respiratorio con Pseudomonas aeruginosa, mientras que otros están probando un enjuague bucal IgY para prevenir la placa dental causada por Streptococcus mutans.
Sumado a esto, otros investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia están considerando las protecciones nasales contra la enfermedad de Covid-19.
Un proyecto económico
Esta investigación es parte de SPARK, una organización sin fines de lucro que la profesora Mochly-Rosen lanzó en 2006 para ayudar a los académicos a realizar estudios de prueba de concepto que podrían traducir las ideas de investigación biomédica en medicamentos. Ya que los anticuerpos para medicamentos humanos fabricados en laboratorios son costosos de desarrollar, fabricar y dependen de una gran cantidad de células cultivadas en biorreactores, los anticuerpos de pollo son una vía mucho más económica, pues el equipo considera que una dosis del producto derivado del huevo podría costar tan sólo un dólar.