Lácteos

¿Cuántos tipos de quesos existen en el mercado? Aprende a diferenciarlos fácilmente

Si te consideras un verdadero amante de los quesos, es importante que conozcas todas estas características
miércoles, 25 de noviembre de 2020 · 16:09

La base de cualquier queso es la leche. No importa si es de vaca, cabra, oveja, búfala o cualquier otro mamífero rumiante; todos tienen eso en común. Sin embargo, cada uno se distingue entre un centenar de variedades y tipos distintos en función de factores como su cubierta, contenido en grasas, el tiempo o grado de curación o incluso el animal que lo originó. 

Si te consideras un verdadero amante de los quesos, es importante que conozcas todas estas características para diferenciarlos al degustar sus exquisitos olores, texturas y sabores. Es por ello que GastroLab te comparte una lista para que te reconozcan por una gran habilidad para identificarlos.

Tipos de quesos existentes en el mercado

Según el origen de la leche

Leche de vaca: Los más conocidos por su uso son el Emmental y el Gouda.

Leche de cabra: Ya que contienen una alta proporción en ácidos grasos le brindan su característico sabor a quesos como el Feta. 

Leche de oveja: Es rico en proteínas, de alto valor energético, además de contener vitaminas, macrominerales y oligoelementos. Con esta leche se elaboran quesos como el Manchego o Idiazábal.

Leche de búfala: La segunda más producida en el mundo después de la de vaca. Es nutritiva, de sabor ligeramente dulce y color muy blanco. Con ella es elaborado el queso Mozzarella o Búfalo de agua.

Mezcla de leches: Al utilizar el recurso "de todo un poco" surgen quesos más suaves y cremosos, como el Cabrales, el de Mahón y el Kasseri.

Según la textura interior:

Compacto “sin ojos”: Por ejemplo, el Cheddar.

Con ojos redondeados: como el Gruyére.

Granulares: Como el Pategrás.

Según la textura de la pasta

Dura: quesos ideales para rallar o gratinar, como el parmesano.

Semi-Dura: se pueden incluir a la mayoría de los quesos, tal como el caso del Edam o Gruyére.

Blandas: Destacan el Cammembert o el Brie.

Semi-Blanda: En este grupo podemos incluir los quesos azules como el Roquefort o el Cabrales.

Muy Blanda: Son quesos frescos con poco contenido en grasas como el Cottage.

Según el proceso de maduración:

Frescos: Con un corto proceso de cuajado llegan al consumidor inmediatamente después de fabricados. Algunos ejemplos son el de Burgos o el Mascarpone.

Madurados: sometidos a un proceso de maduración mínimo de 30 días. 

Según la corteza:

Sin corteza: son quesos frescos, como el Petit Siusse.

Con corteza seca: la corteza se forma de manera natural al secarse la superficie del queso. Por ejemplo, el Idiazábal.

Con corteza enmohecida: Un claro ejemplo es el Brie.