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Estudio revela que la microbiota intestinal está ligada al origen del alzheimer

Los descubrimientos podrían ayudar a mejorar el tratamiento y la prevención de la enfermedad en edades tempranas
martes, 17 de noviembre de 2020 · 17:15

Nuevos avances sobre el origen y desarrollo de la enfermedad del alzheimer están saliendo a la luz, ya que un estudio médico-científico logró hallar una relación entre el desequilibrio de la microbiota intestinal y el desarrollo en el cerebro de las conocidas placas seniles, las cuales están en el origen del alzheimer. Hasta la fecha, se trata de uno de los avances más significativos de la enfermedad que en la actualidad no cuenta con una cura o un tratamiento para evitar su aparición 

El equipo médico de la Universidad y al Hospital Universitario de Ginebra, con apoyo del Centro Nacional de Investigación y Atención del Alzheimer en Brescia, y de la Universidad y del Centro IRCCS SDN de Nápoles, son los encargados de llevar a cabo esta investigación y de dar a conocer los resultados de la misma. Para esta investigación participaron 89 personas entre 65 y 85 años, entre enfermos de alzheimer, así como de otras patología neurodegenerativas, y personas sin problemas de memoria. 

Los resultados arrojaron un vínculo entre una inflamación en la sangre, ciertas bacterias intestinales y el alzheimer, por lo que los expertos aseguraron que existen varias formas en las que las bacterias intestinales pueden influir en el funcionamiento del cerebro. La influencia de las bacterias en el sistema inmunitario -albergado en el intestino delgado-, modifica la interacción de este último con el sistema nervioso. 

“Ya habíamos mostrado que la microbiota intestinal en los pacientes con alzheimer estaba alterada con respecto a la de personas que no sufrían trastornos similares. En los primeros, la diversidad de la microbiota es reducida, con una sobrrepresentación de ciertas bacterias y una disminución de otras”, explicó el director del Centro de la Memoria del Hospital de Ginebra, Giovanni Frisoni.

 

Se calcula que el organismo humano tiene unas dos mil especies bacterianas diferentes, de las cuales unas cien pueden llegar a ser perjudiciales. Dentro de la investigación, también se comprobó la presencia de lipoposacáridos, en el cerebro de personas con alzheimer, una proteína que se encuentra encima de la membrana de las bacterias proinflamatorias.

Ante estos descubrimientos, los científicos afirman que los resultados son indiscutibles y confirman que ciertos agentes de la flora intestinal tienen una relación directa en la cantidad de placas seniles en el cerebro y que el sistema sanguíneo juega un papel de intermediario entre ambos, ayudando a transportar las proteínas de las bacterias hasta el cerebro. Esto sin duda forma un papel importante en la prevención de la enfermedad entre las personas de riesgo e incluso podría abrir la puerta a tratamientos preventivos en el futuro. 

Según los datos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN), en México más de 350,000 personas están afectadas por la enfermedad de alzheimer y mueren por ella anualmente 2,030 pacientes. En Estados Unidos hay 4 millones y mueren anualmente más de 100,000, convirtiendo a la enfermedad de alzheimer en la cuarta causa de muerte entre adultos. Se estima que uno de cada tres de nosotros enfrentará esta enfermedad en algún ser querido o en un familiar.