Descubre la leyenda de amor detrás de la vainilla y la gran labor que se necesita para su cosecha

La vainilla es uno de los ingredientes mexicanos considerado como el oro negro del país, la cual puede ser preparada en una gran variedad de platillos y postres. Como muchos de los ingredientes mexicanos, esta flor tiene una leyenda muy arraigada en la época prehispánica en especial en la zona de Papantla, Veracruz, con una historia de amor imposible que se mantiene hasta la fecha, dando como resultado una de las plantas más aromáticas del país. 

La leyenda cuenta que Tzacopontziza, la joven hija de nobles totonacas, un día fue a colocar una ofrenda a Chac Mool, donde se encontró con Xcatan-oxga, un muchacho pobre que vivía en una choza humilde y de quien se enamoró de inmediato. Pese a su diferencia de clases, ambos jóvenes enamorados solían reunirse a diario, cuando el joven iba al mercado a dejar la cosecha de sus siembras. 

Un día, el dios de la felicidad, un hombre gordo de cabeza rapada y triple penacho, se encontró con la mirada de Tzacopontziza y de inmediato quedó prendado de su belleza, por lo que se dedicó a cortejarla. Sin embargo, la alegría del dios se convirtió en cólera cuando la joven lo rechazó por lo que la amenazó con desatar su furia sobre el Tajín. Al seguir prendado de la joven, el dios decidió ganarse la confianza del padre de Tzacopontziza, quien le concedió una cita con su hija. 

Los jóvenes enamorados intentaron escapar, pero fueron detenidos y como castigo se les cortó la cabeza y se les quitaron los corazones para lanzarlos al fondo de un barranco. Donde lanzaron sus corazones, las plantas comenzaron a secarse pero un solo árbol comenzó a crecer y a su lado una orquídea que a los pocos días se abrazó del árbol. Al paso del tiempo, las flores amarillas de ambos se transformaron en vainas oscuras que expedían el aroma de la vainilla. 

Al respecto, el chef Israel Aretxiga (@israelaretxiga), nos cuenta en su participación en el programa radiofónico de Sergio y Lupita, sobre el cultivo y el proceso de crecimiento de la vainilla, un largo camino antes de llegar hasta nuestras mesas. Aunque para algunos una vaina de vainilla pueda parecer algo costoso, hay mucho trabajo detrás que vale la pena considerar, además que se trata de uno de los productos que no puede faltar en la cocina. 

“Un producto muy apreciado y cotizado dentro de la repostería a nivel mundial, la vaina de vainilla se extrae de una orquídea llamada ‘vanilla planifolia’, originaria de México y Centroamérica, la cual se cultiva desde nuestro país hasta Paraguay, así como en otras partes del mundo como Madagascar”,

Chef  Israel Aretxiga

Hay que considerar que la flor de vainilla solo puede darse en una temporada de 6 meses en todo el año, por lo que una vez que sale la flor, esta solo florece por un día, por lo que si no se poliniza en el tiempo exacto no puede dar frutos, pero por el contrario, al ser polinizada tardará 9 meses en madurar. Pasado ese tiempo, debe ser recogida en el tiempo justo para que la vaina esté intacta y pueda usarse de la forma correcta dentro de la cocina. 

“La vaina de vainilla debe dejarse secar al sol, ya que en este punto no tiene ningún olor. Estas deben ser curadas al ponerlas sobre una lana o tela, así como envolverlas por las noches para que puedan sudar, un proceso que lleva dos semanas. Posteriormente, deben ser secadas durante 4 meses para poder alisarlas y que produzcan ese color marrón, así como su aroma tan específico.”

El proceso es muy largo tan solo para lograr que crezca una vaina de vainilla, tan es así que en 1806 en Londres, lograron hacer crecer una de las orquídeas de vainilla, pero nunca pudo dar frutos y hasta la fecha nadie sabe por qué. En 1836, descubrieron que la polinización debía ser hecha por abejas, un insecto que en México se encarga de ese proceso para poder completar con su proceso para obtener una vaina de vainilla. 

Escucha el programa completo de Sergio y Lupita con la participación del chef Israel Aretxiga solo aquí ↓↓