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¿Qué significan los artículos que pones en tu ofrenda de Día de Muertos?

Cada uno de los elementos que conforman la ofrenda tienen un significado, aquí te decimos cuál es
martes, 13 de octubre de 2020 · 14:28

El Día de Muertos es una de las celebraciones con una gran carga cultural y de significados entre los mexicanos, una combinación de la cultura prehispánica en la que siempre se le rindió culto a la muerte, así como las tradiciones cristianas españolas en las que se rinde tributo a quienes ya fallecieron. Una de las tradiciones más populares de estas fechas, es la colocación de ofrendas o altares en los que se colocan los alimentos, bebidas y juguetes que solían agradar a nuestros familiares cuando estaban vivos. 

De acuerdo a la tradición, el día 1 de noviembre se le da la bienvenida a todos aquellos que fallecieron sin ser beatos o santos, así como a quienes murieron a muy temprana edad, es decir, los niños. En cambio, el día 2 de noviembre, se le recibe a los fieles difuntos y a todas aquellas personas que fallecieron por razones diversas. En los altares, se les colocan alimentos variados, veladoras, incienso e incluso algunas fotografías como parte de su recuerdo. 

Si bien la colocación del altar de muertos es una de las tradiciones más coloridas y conocidas de México en el mundo, cada uno de los elementos que se ponen en ella tienen un significado muy especial que está directamente relacionado con un ritual que convoca a la memoria. Es por esto que la ofrenda debe contar con algunos elementos básicos que rodean su encanto espiritual y que están cargados de un simbolismo muy especial que fueron detallados por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas

Cuál es el significado de los elementos en una ofrenda del Día de Muertos

El agua. La fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.

La sal. El elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.

Velas y veladoras. Los antiguos mexicanos utilizaban rajas de ocote. En la actualidad se usa el cirio en sus diferentes formas: velas, veladoras o ceras. La flama que producen significa "la luz", la fe, la esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada.

Copal e incienso. El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, este llegó con los españoles. Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Fragancia de reverencia. Se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.

Las flores. Son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta, el alhelí y la nube no pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.

El petate. Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja. En este particular día funciona para que las ánimas descansen así como de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda.

El izcuintle. Lo que no debe faltar en los altares para niños es el perrito izcuintle en juguete, para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar al banquete. El perrito izcuintle, es el que ayuda a las almas a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al Mictlán.

El pan. El ofrecimiento fraternal es el pan. La iglesia lo presenta como el "Cuerpo de Cristo". Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.

El gollete y las cañas se relacionan con el tzompantli. Los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña. Los panes simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.

El retrato del recordado sugiere el ánima que nos visitará, pero este debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe.

El mole con pollo, gallina o guajolote, es el platillo favorito que ponen en el altar muchos indígenas de todo el país, aunque también le agregan barbacoa con todo y consomé.

Las calaveras de azúcar medianas son alusión a la muerte siempre presente. Las calaveras chicas son dedicadas a la Santísima Trinidad y la grande al Padre Eterno.

El licor es para que recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y se decida a visitarnos.

Una cruz grande de ceniza, sirve para que al llegar el ánima hasta el altar pueda expiar sus culpas pendientes.