Mejorar nuestra alimentación depende de muchos factores, pero existe un elemento que por sí solo puede mejorar bastante nuestra salud y brindarnos energía durante el día si lo incluimos de manera correcta en nuestra dieta. Este es uno de los elementos que no puede faltar en nuestro día a día y, además, conseguirlo es bastante sencillo. Estamos hablando de la fibra, que se puede obtener a través de distintos alimentos, y en este caso te vamos a decir cuáles son esas cuatro verduras que son las mejores para brindártelo.
La fibra nos ayuda a mantener el sistema digestivo en buen estado, mejora el tránsito intestinal y también puede hacernos sentir satisfechos por más tiempo. Al incluir alimentos ricos en fibra en nuestra dieta de forma regular, no solo ayudamos a nuestro organismo a evitar el estreñimiento, también es crucial para reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades relacionadas con el corazón o incluso algunos tipos de cáncer.
Por todo esto, mantener una buena dosis de fibra en tu alimentación diaria es una forma sencilla de apoyar a tu cuerpo y cuidar tu salud a largo plazo. Las verduras de las que te hablaremos hoy son excelentes fuentes de fibra y, además, se pueden incorporar de forma fácil a tus platos diarios. Se trata de cuatro alimentos que, gracias a su aporte nutrimental, pueden hacer grandes cambios en tu organismo. Descubre cuáles son y todo lo que pueden hacer por ti.

Brócoli
Este es uno de los vegetales que más fibra puede aportarte. No solo cuenta con este nutriente, también está cargado de antioxidantes y vitamina C. Tan solo una taza de brócoli cocido puede llegar a aportarte 5 gramos de fibra, haciendo de este una excelente opción para mantenerte saciado. Además, es un vegetal bastante versátil, ya que puedes prepararlo salteado, al vapor, en sopas, ensaladas o incluso en bebidas.
Coles de Bruselas
Aunque muchos las pasan por alto, las coles de Bruselas son un buen vegetal para conseguir fibra en tu dieta, esa que te ayuda a regular los niveles de colesterol LDL en la sangre. Además de esto, también contienen compuestos que pueden favorecer la salud del intestino y refuerzan tu sistema inmune. Cocinarlas es muy sencillo: puedes agregar un poco de aceite y llevarlas al horno o al sartén, y al final añadir tus aderezos favoritos. Quedan crujientes y muy ricas.
Papa con piel
Así es, la papa también contiene fibra. A pesar de que es vista como un vegetal poco saludable por su cantidad de almidones, también podemos conseguir una buena cantidad de fibra saludable de este alimento, siempre y cuando la cocinemos con la piel, ya que gran parte del nutriente se encuentra en esta zona de la papa. Lávala bien y prepárala con todo y cáscara; así obtendrás más beneficios nutricionales como potasio y vitamina C. Eso sí, como con todos los alimentos, lo importante es no excederse en su consumo.
Zanahoria
Las zanahorias se pueden incorporar a tu comida tanto crudas como cocidas y tienen una textura muy especial que puede realzar cualquier plato. Son una excelente fuente de fibra que ayudará a mejorar tu digestión y a cuidar tu vista gracias a su contenido de betacarotenos. Pero lo mejor de todo es que es una verdura muy versátil: puedes integrarla al vapor, rallada, en bebidas o incluso como snack saludable entre comidas, por sí sola.