El jengibre es un ingrediente muy popular en las recetas de remedios naturales. Se ha usado por años en tés, jugos y remedios caseros para aliviar la gripe, la inflamación o los malestares estomacales. Tiene un sabor picante, un aroma intenso y una lista larga de beneficios para la salud.
Pero aunque muchas personas lo consideran un “superalimento”, no todo el mundo puede consumirlo sin problema. Como con cualquier planta medicinal o suplemento natural, también tiene sus precauciones. En ciertos casos, el jengibre puede interactuar con medicamentos o generar efectos secundarios.
Por eso, es importante saber quiénes deberían evitarlo, sobre todo si se piensa tomar de forma regular o en grandes cantidades. Aquí te explicamos de forma sencilla cuáles son los riesgos del jengibre, a quiénes puede afectar y en qué situaciones conviene pensarlo dos veces antes de consumirlo.

¿Qué beneficios tiene el jengibre?
Antes de hablar de los riesgos, vale la pena compartir algunos de los beneficios del jengibre:
- Ayuda a aliviar náuseas y mareos.
- Tiene propiedades antiinflamatorias.
- Mejora la digestión y alivia cólicos.
- Puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre.
- Refuerza el sistema inmunológico.
Aunque todos estos beneficios están respaldados por estudios y evidencia tradicional, no significa que funcione igual para todos. Recuerda que cada cuerpo es distinto y su consumo puede reaccionar de diferente manera.
¿Quiénes no deben consumir jengibre?
Hay ciertos grupos de personas que deben evitar el consumo regular o excesivo de jengibre, especialmente en forma de té, cápsulas o extractos concentrados:
- Personas con úlceras o gastritis severa: El jengibre puede aumentar la producción de ácido en el estómago, lo que puede empeorar los síntomas.
- Mujeres embarazadas: Aunque es común usarlo para las náuseas del embarazo, en grandes cantidades podría provocar contracciones uterinas. Se recomienda consultar al médico antes de tomarlo.
- Personas con presión arterial baja: El jengibre tiene efectos vasodilatadores, lo que puede bajar aún más la presión.
- Personas que toman anticoagulantes: El jengibre puede potenciar el efecto de medicamentos como la warfarina o aspirina, aumentando el riesgo de sangrado.
- Pacientes con cálculos biliares: El jengibre estimula la producción de bilis, lo que podría causar molestias o complicaciones si hay piedras en la vesícula.

¿Qué riesgos tiene el jengibre?
Aunque es natural y se usa mucho en remedios caseros, el jengibre también puede causar efectos secundarios si se consume en exceso o sin tomar precauciones. Uno de los riesgos más comunes es la acidez estomacal o sensación de ardor, ya que puede estimular la producción de ácido. También puede provocar diarrea si se toma en grandes cantidades. Algunas personas han reportado mareos, sensación de debilidad o incluso reacciones alérgicas, aunque estas últimas son menos comunes.
Otro punto importante es que el jengibre puede interactuar con medicamentos, sobre todo con anticoagulantes, antidiabéticos o medicamentos para la presión, lo que podría intensificar sus efectos y causar problemas como sangrados o caídas de glucosa. Por eso, si estás bajo tratamiento médico, es mejor consultarlo antes de incluir jengibre de forma regular en tu dieta.